LA NUEVA ERA
En el mundo occidental, el cristianismo combate hoy a las filosofías religiosas competitivas, entre las cuales se encuentran el satanismo y el movimiento de la Nueva Era. En el sentido más estricto, el satanismo es un sistema religioso, aunque muchos de sus practicantes afirman no creer en la existencia de un demonio personal, que rinde homenaje a un espíritu malo llamado Satanás, diablo o Lucifer.
El satanismo es una religión de poder. La gente adora a Satanás porque él promete poder a sus adoradores. Con el poder viene la posición y con la posición la posesión. A la posición y a la posesión les acompaña el placer. Los satanistas buscan el placer personal. Algunos de ellos lo encuentran manteniendo relaciones sexuales con niños, animales e incluso cadáveres; otros torturando animales, niños, jóvenes o adultos... y aún matándolos.
El satanismo se convierte para el devoto a él en un sistema de poder para conseguir placer. Lo único que les importa a los satanistas es eso, tanto en esta vida como en la venidera. Su actitud es la de “que se vayan al infierno” todos los demás.
En el sentido más amplio de la palabra, el satanismo significa: contacto con seres espirituales distintos al verdadero Dios; la adoración y el homenaje a dichos seres espirituales; e incluso su utilización. Esto abarca todo el paganismo, la brujería (o hechicería) positiva y negativa, el ocultismo y aún las religiones no cristianas. Si bien es cierto que el judaísmo y el islam son sistemas teístas muy relacionados con el cristianismo, ambos rechazan de plano a Jesús como Cristo, Hijo de Dios y Señor. El Nuevo Testamento nos enseña que aparte de un conocimiento personal de Cristo no se puede conocer a Dios (Juan 14:6; Hechos 4:12; 1 Corintios 8:5,7; 1 Juan 2:22,23).
Los judíos y los musulmanes, no lo conocen. Si lo conociesen, también conocerían a Su Hijo. Por tanto las experiencias místicas de esos grupos son debidas a espíritus engañadores religiosos procedentes de Satanás. Cuando elevan sus manos en oración a Dios, dichas oraciones son dirigidas hacia el diablo por los espíritus satánicos. De modo que, aunque desconociendo por completo este hecho, son satanistas secretos.
En el Areópago (Hechos 17), Pablo se enfrentó a algunos de los primeros humanistas: los epicúreos; y a los panteístas de su tiempo: los estoicos. Estos eran los seguidores primitivos de la Nueva Era.
El cristianismo lucha contra todos estos sistemas de cosmovisión contrarios. Aunque el satanismo sea el más horrendo y destructivo de ellos, quizás no sea el más peligroso para el mayor número de personas a nivel mundial, ya que su perversidad resulta demasiado obvia para la gente en general. Ha prosperado y seguirá haciéndolo entre individuos perturbados y malos, que desean una religión que defienda su total egoísmo, sus perversiones sexuales, su naturaleza sádica, su falta de autodisciplina y su desdén por los demás. Esta religión egocéntrica glorifica la clase más perversa de pecado y dolor infligida a otros.
El movimiento de la Nueva Era, por otra parte, es muy peligroso por la apariencia tan grande de corrección que tiene para el hombre contemporáneo. Niega la realidad objetiva del mal centrado en un ser perverso llamado Satanás y se inclina por las cosas “buenas”. Trata de estimular el pleno desarrollo del potencial humano. Aboga por la naturaleza, la paz mundial y un nuevo orden internacional. Parece cristiano en su enfoque de Dios, Cristo, el bien, el orden mundial y la felicidad humana y terrena.
No sería arriesgado afirmar que la mayor amenaza contra el cristianismo que hay en la actualidad en el mundo es el movimiento de la Nueva Era; no es el satanismo, ni el avivamiento de las religiones tradicionales como el islam, ni siquiera el humanismo secular. La Nueva Era tiene todo el atractivo de la religión mundial única del Anticristo. Aunque no introduzca necesariamente a éste, es la clase de religión global a nivel del mundo entero con la que el Anticristo se sentirá muy a gusto.
En otro tiempo, el humanismo secular constituyó el mayor adversario para el cristianismo. Procedente de la Europa Occidental, esta filosofía barrió los Estados Unidos partiendo por la costa este. En pocas décadas tomó el control de América y se hizo ley en los Estados Unidos a través de importantes decisiones de la Corte Suprema que tuvieron lugar entre la década de los 60 y los años 80. El humanismo secular contradice de forma frontal la Declaración de Independencia Americana, un documento que declara: “Sostenemos que estas verdades son manifiestas: que todos los hombres han sido creados iguales y dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, entre los cuales estén el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad”.
La Corte Suprema dio un vuelco en principio, si no de hecho, a esta parte de la Declaración de Independencia: proscribiendo la enseñanza bíblica de la creación en las escuelas públicas, de modo que no hay Creador; prohibiendo la oración en las mismas y declarando ilegal en las aulas la lectura bíblica; diciendo que los Diez Mandamientos no podrían ser enseñados en los colegios estatales, ni siquiera expuestos en un aula dentro del sistema público de enseñanza en los Estados Unidos.
De todo esto resultó un gigantesco vacío espiritual en el país. Los Estados Unidos es una de las naciones más religiosas del mundo y no pueden vivir sin Dios o sin religión. El humanismo secular los dejó insatisfechos. Se convirtieron en un país de técnicos sin paz interior. Llegaron a ser cómodos consumidores de la clase media sin verdadero propósito en la vida, gigantes señeros, pero al mismo tiempo bebés en el terreno de la ética. Para ser de veras humanos debían tener un dios.
Paralelo a esta victoria del humanismo secular en América del Norte vino el nacimiento y el desarrollo de la Era de Acuario, comenzando con jóvenes insatisfechos pero creciendo en ímpetu hasta llegar a convertirse en una de las mayores fuerzas espirituales que operan en América del Norte. Aunque se trata de un sincretismo de diversos grupos, la Era de Acuario (o Nueva Era) sostiene fundamentalmente una cosmovisión del Lejano Oriente.
Si se nos pidiera que ilustrásemos el movimiento de la Nueva Era, lo haríamos con el dibujo de un hombre con traje de negocios a la moda occidental, sentado sobre el césped, en la postura oriental del loto y meditando sobre su Macintosh.
El movimiento de la Nueva Era no es nuevo; constituye el antiguo susurro que se oyó en el huerto del Edén cuando la serpiente le dijo a la mujer: “Seréis como Dios” (Génesis 3:5). El nuevaerista contemporáneo declara: “Uno de estos días estaré tan completo que no seré humano, sino un dios”. ¡Eso mismo le dirá el Anticristo a la humanidad que lo recibirá con brazos abiertos! (2 Tesalonicenses 2:4).
Algunos de los conceptos principales que identifican al Movimiento de la Nueva Era son los siguientes:
1. La Nueva Era es panteísmo
Dios es todo y todas las cosas son dios. La Biblia enseña el teísmo, que declara que Dios es al mundo lo que un pintor es a su cuadro o un dramaturgo a su obra de teatro. El panteísmo dice que Dios es al mundo lo que un charco de agua es a cada una de sus gotas. Todos somos gotitas en un punto infinito. Todos somos un goteo persistente y magnifico, y a la vez somos esa magnífica y grande gota que es el charco. Por tanto Dios es un “algo”; no el Padre, sino una fuerza. La frase: “Que la fuerza sea contigo” es panteísta, expresa el concepto de Dios de la Nueva Era.
2. La Nueva Era es monismo filosófico
El monismo dice que sólo hay una esencia en el universo. El ateísmo es monismo ya que confirma que la única realidad es la materia. La Nueva Era también lo es, puesto que dice que esa única realidad es Dios.
Dios es la naturaleza y la naturaleza es Dios. Dios es el agua, el aire, la ballena, los árboles. Esta es la razón por la cual los adeptos de la Nueva Era demuestran una pasión irreal por el agua, el aire, las ballenas y los árboles. Aunque todos deberíamos interesarnos por el medio ambiente, la preocupación de los seguidores de la Nueva Era es religiosa: para ellos esas cosas son Dios.
3. La Nueva Era es holismo
Si la naturaleza es Dios, y Dios es la naturaleza, todo es Dios. De manera que la Nueva Era defiende el holismo (del inglés whole: todo).
4. La Nueva Era es auto-deificación
Si Dios es todo, panteísmo; si lo único que existe es Dios, monismo; si todo es Dios, holismo; entonces el hombre es Dios: deificación humana o auto-deificación.
5. Esto conduce a la inmanencia desequilibrada
¿En dónde buscamos a Dios? No miramos arriba a los cielos, ni abajo a la tierra. Miramos dentro de nosotros y allí lo encontramos.
6. La Nueva Era es misticismo extremo
Se trata del misticismo definitivo. La deidad puede ser alcanzada. Si miras adentro, si te centras en ti mismo, si comprendes que eres dios, si te despiertas de tu amnesia, descubrirás a Dios. El nuevaerista contemporáneo declara: “El secreto mejor guardado del siglo XXI es que todos somos dios, pero lo hemos olvidado. Hemos caído en la amnesia y necesitamos despertarnos de ella por medio de la meditación trascendental. La divinidad puede alcanzarse mediante la experiencia mística”.
7. La Nueva Era es reencarnación
Nosotros, los dioses tenemos que aprender a ser Dios, pero si no lo logramos en esta vida todavía podremos conseguirlo en la siguiente, o en la siguiente, o en la siguiente… La reencarnación es el corazón de la Nueva Era. Para el nuevaerista la vida es cíclica. El cristianismo enseña que uno tiene que nacer de nuevo. El movimiento de la Nueva Era también lo dice: debemos nacer de nuevo... una vez más, y otra, y otra… El cristianismo dice que se vive una vez y se muere una vez. El movimiento de la Nueva era dice que hay diversas vidas. Vives y mueres, vives y mueres, vives y mueres…
Los hindúes han sido los grandes diseminadores de la reencarnación. Su sistema social básico, el infame sistema de las castas, está fundado en dicha creencia y en la del karma (o destino). Aunque el modo de reencarnación de la Nueva Era no abogue por un sistema de castas, todavía posee una visión semifatalista de la vida humana. De ahí la necesidad de nacer vez tras vez, hasta que por fin se consigue enmendar las cosas.
Esto ayuda también a explicar el concepto positivo que tienen los adeptos de la Nueva Era del aborto. El hecho de que 4.300 mujeres aborten cada día a un niño no nacido les parece aceptable. Según muchos seguidores del movimiento, esto sucede porque dichos niños pecaron en una vida anterior y son “castigados” con el aborto en esta vida, aunque tendrán una nueva oportunidad de nacer en el futuro.
La reencarnación lleva también a otros extremos. El homosexual de la Nueva Era, por ejemplo, dice que es homosexual porque tiene un alma femenina procedente de una vida anterior atrapada en un cuerpo de varón, y que no puede hacer nada por el contrario ese karma.
8. La Nueva Era sostiene una ilusión
El bien y el mal son para ellos una misma cosa; concepto difícil de entender hasta que se tiene en cuenta su panteísmo, monismo, holismo y autodeificación. Si Dios es todo y todo es Dios, entonces cada cosa que existe es divina. Por tanto, lo que llamamos bien y lo que llamamos mal son sólo dos caras de una misma moneda que conocemos es Dios; y ya que todo es Dios, tanto el bien como el mal constituyen meras ilusiones. La Biblia enseña que Dios es tan santo que los ángeles le cantan: “Santo, santo, santo” (Apocalipsis 4:8). Si los adeptos de la Nueva Era están en lo cierto, debería haber en el cielo un coro antifonal. Una parte estaría cantando “santo” y otros “impío”. Algunos de los cantores entonarían: “"Tú eres bueno” y los otros: “Tú eres malo”.
9. La Nueva Era es animista
Según ellos, el universo está vivo, todo él es espíritu. Creen en el principio de Gaia o que hay una fuerza viva detrás de cada cosa. Eso es animismo, paganismo. Esta es la razón por la que los cristianos norteamericanos de antaño enviaron misioneros al mundo: porque los incrédulos de otras latitudes creían en la idea pagana de que toda cosa está viva. ¡Y ahora eso se enseña en universidades y escuelas a lo largo y ancho del mundo en nombre de la ciencia.
10. La Nueva Era es evolucionista
El mundo, esto es, la sociedad humana, está evolucionando. Los seguidores de la Nueva Era no creen en la evolución darwiniana; lo que a ellos les interesa es la evolución espiritual. No les preocupa que el hombre proceda de los animales, sino el hecho de que pueda evolucionar convirtiéndose en Dios. Se trata de una evolución panteísta.
Parece contradictorio y lo es ¿Cómo puede dios evolucionar a Dios? La Nueva Era es un complejo sistema de ideas contradictorias.
11. La Nueva Era es optimista
Los adeptos del movimiento de la Nueva Era son unos optimistas incurables. Esto resulta irresistible y atractivo para un mundo pesimista como el nuestro. Los seguidores de dicho movimiento creen que el mundo se está haciendo cada día mejor, que estamos en el amanecer de la era de Acuario. El milenio se acerca y ellos son los que van a introducirlo. Los adeptos de la Nueva Era piensan que un día todo el mundo será ganado y los líderes mundiales trabajarán juntos. Se aproxima un tiempo nuevo.
En la actualidad consideran a las Naciones Unidas, por así decirlo, como su cuartel general. La ONU no lo sabe, pero sí los adeptos de la Nueva Era, y eso es lo único que importa. Ya han dado pasos para guiar y modelar a las Naciones Unidas de tal manera que cumplan su labor misionera. En la ONU existe, hoy en día un centro de meditación de la Nueva Era y tanto el organismo internacional como este movimiento tienen entre sus divisas un “nuevo orden mundial”.
El “nuevo orden mundial” es la orden del día en las Naciones Unidas, y ya que la Nueva Era no se considera una religión, sino más bien un movimiento de gente de cualquier religión o fe no religiosa, muchos dirigentes de la ONU ven sus enseñanzas como una filosofía mundial deseable. En realidad, algunos hombres destacados del organismo internacional son seguidores de la Nueva Era. Por último, el concepto que tiene la ONU de que el planeta es una “aldea global” necesita de alguna cosmovisión ecléctica que una de manera perfecta entre sí a toda la gente. La ONU está preparando el escenario para la entrada de la Nueva Era.
Debemos recordar que el movimiento de la Nueva Era es ante todo teología oriental asociada con teoría occidental. No tiene la gran visibilidad de otros movimientos religiosos, con sus sedes mundiales. No tiene Ciudad del Vaticano, domicilio mundial del Consejo Mundial de Iglesias, Templo Mormón o sede de los Bautistas del Sur. No cuenta con centro internacional alguno, pero se trata de una gran coalición de organizaciones variadas y divergentes, dirigidas por personas distintas que comparten una cosmovisión amplia y unificada hacia una meta común.
La estrategia del movimiento consiste en ir desarrollando gradualmente su proyecto de nuevo orden mundial mediante la creación de una nueva conciencia planetaria. Este proceso de conversión será realizado por un nuevo campo de energía espiritual en el mundo: la fuerza divina que hay en cada ser humano. El movimiento de la Nueva Era utiliza a cada persona, organización, concepto o cualquier otra cosa susceptible de ser aprovechada para producir el nuevo orden mundial.
Este movimiento amplio y sin organización, que algunos han llamado “la Conspiración de Acuario”, admite a todos y cada uno de los grupos cuya meta sea un nuevo orden mundial. Algunos de dichos grupos no son ni siquiera religiosos, pero eso no importa. Una vez que se consiga el objetivo final, todos lo serán, puesto que cada uno reconocerá que es dios. Todos tienen esto en común: desean un nuevo orden internacional y una hermandad mundial de paz entre los hombres. Humanismo cósmico y desarrollo del potencial humano. ¡Qué gran plataforma para el Anticristo!
12. La Nueva Era es mundialista
El mundialismo surge del evolucionismo social y de un optimismo casi determinista: toda la raza humana será una. Es la visión del planeta entero como una aldea global.
13. La Nueva Era es sincretista
El diccionario de la Real Academia define el sincretismo como el “sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes”. Esta es una buena definición de lo que la Nueva Era tiene que hacer para producir ese nuevo orden mundial. Todas las religiones y filosofías deben combinarse, fusionarse, mezclarse en una misma sopa; no se trata de una cazuela, donde cada ingrediente conserva cada una de sus propias características físicas mientras se mantiene unida con el resto. No, las religiones en su totalidad serán precipitadas dentro de una licuadora cósmica que hará de ellas una sola ecléctica religión mundial.
Una meditación mundial del movimiento de la Nueva Era empieza bien con Génesis 1:1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”. Luego, en el versículo 2 es donde cada verdadero cristiano debería separarse para siempre de la teología de dicho movimiento: “Ha llegado el momento del nuevo comienzo. Soy creador `junto con Dios’, y lo que está por venir es un nuevo cielo. La buena voluntad de Dios se expresa sobre la tierra a través de mi persona. Estoy haciendo mi parte para revelar sus realidades. Comienzo por mí mismo. Soy un alma viviente y el Espíritu de Dios mora en mí, como yo mismo. Yo y el Padre somos uno. Todo lo que el Padre tiene es mío. Yo soy verdad; soy el Cristo de Dios”.
Este sincretismo de la Nueva Era rechaza por completo la exclusividad de Jesucristo. El movimiento religioso que está creciendo más rápido en el mundo entero es un sistema de creencias falso y demoníaco. A pesar de que un informe aparecido recientemente, según el cual sólo 25.000 personas pretendían identificarse como adeptos de la Nueva Era, casi dos terceras partes de la sociedad mundial ha sido bastante influenciada por este movimiento. ¿En qué nos basamos para afirmarlo?
Primero, como indican las encuestas a nivel mundial, un tercio de los habitantes del planeta tierra creen en la reencarnación. En segundo lugar, dos tercios de las personas a lo largo del mundo leen los horóscopos y la mitad de ese número cree en ellos. Dos tercios también pretenden tener algún tipo de percepción extrasensorial. Y cuatro de cada diez terrícolas han mantenido contacto con los muertos y/o con seres intergalácticos. Estas son las creencias principales de la Nueva Era.
Esto no significa que todos sean seguidores de la Nueva Era. La mayoría no lo son. Sólo quiere decir que varias de las enseñanzas principales de la teología de este movimiento son ya creídas por casi dos terceras partes de los habitantes de la tierra.
Lo más peligroso quizá sea que, durante dos generaciones, los medios de comunicación han condicionado al público mundial para que acepte la cosmovisión de la Nueva Era. Ese condicionamiento de los medios de comunicación se encuentra en su momento más alto hoy en día. Todo comenzó con el cine y la televisión. Por ejemplo, la película de los años 70 “2001: Odisea del espacio” tuvo un efecto impresionante en la mente de los espectadores a nivel mundial. El clímax de dicha película se centraba en la vida humana en forma de embrión, considerada como la fuerza vital básica del universo. Ese era el mensaje principal y la imagen final de la cinta. Esto no es otra cosa que teología de la Nueva Era.
Luego vinieron los programas de televisión que divulgaban también conceptos teológicos de la Nueva Era. Las dos series claves que comenzaron a preparar el terreno para la aceptación del ocultismo fueron: “Mi Bella Genio” (My Dream of Jeannie) y “Hechizada” (Bewithched). Estas fueron seguidas por series como “Kung Fu” y dibujos animados como “He-Man”, “Masters of the Universe”, y muchas, muchas otras. Todas estas series, hoy consideradas ingenuas, contenían fuertes enseñanzas de la Nueva Era; enseñanzas que hoy forman parte de las creencias que millones de personas en el mundo profesan.
Actualmente, la temática principal de las series de televisión y las películas de Hollywood que no tiene el sexo y la violencia como trama argumental, es el ocultismo de la Nueva Era. Todos estos filmes tienen una cosa en común: un campo de energía espiritual, un campo de fuerza vital que impregna todas las cosas. Tratan de una fuerza mística, cósmica, de portales que comunican a los simples mortales con el más allá y sus sabios y etéreos moradores.
Además, la Nueva Era ha comprendido a cabalidad que el sistema de las escuelas públicas es un prolífico campo misionero. ¿Dónde podría conseguir una audiencia más cautiva y estratégica para influir en el control mundial del nuevo orden? Todo comenzó en 1954, con la publicación del libro de Alice Baily Education in the New Age. Baily era discípula de Helen P. Blavatsky, una mísitca rusa cofundadora de la Sociedad Teosófica. La obra fue publicada en Norteamérica por Lucas Publishing Company, en principio Lucifer Publishing Company. Otros muchos han perpetuado su filosofía plagada de referencias de la Nueva Era.
Cada vez más se están utilizando en las aulas escolares y universitarias, a lo largo y ancho del mundo, libros de texto publicados con el dinero de los contribuyentes que contienen enseñanzas de la Nueva Era, algunas sutiles y solapadas, otras abiertamente ocultistas. ¿Cómo distinguirlos? En el vocabulario de la Nueva Era abundan estos temas, y referentes: Aldous Huxley, Autoayuda, Ecoaldea, Era de Acuario, Iniciación, Jerarquía Espiritual, Medicina alternativa, Movimiento ecologista, Secta, Neopaganismo, Wicca, Parapsicología, Espiritismo, Sociedad alternativa, Pseudociencia; (Filosóficos) Sincretismo, Cuarto Camino, Gurdjieff, Postmodernismo, Karma, Vedas, Espiritualidad, Sincronicidad, Mitos, Misterios, Transcendencia, Multi-dimensionalidad; (Meditativos) Qigong-Chi'kung, Yoga, Tantra, Tai Chi, Meditación, Meditación trascendental, Kundalinī, Chakras, Mándala, Trance(Espiritual/Religiosos) Teosofía, Logosofía, Antroposofía, Espiritismo, Orgónica, Hinduismo, Kabala, Isis, Chamanismo, Neo-Gnosticismo, Neo-Hermetismo, Druidismo, Guía espiritual, Gurú, Maestro de sabiduría, Coaching, Paulo Coelho, Osho, Rosacruz, Cristo Cósmico, Urantia, Dianética, Psicosinergia, Psicología transpersonal o de “regreso a vidas anteriores”; (Salud/Sanación) Flores de Bach, Acupuntura, Aromaterapia, Ayurveda, Biorritmo, Onda mental, Breatharians, Cristales, Gemoterapia, Radiestesia, Qi-ch'i-ki (energía), Reiki, Sanación magnificada, Autoayuda, Visualización, Iridología, Chakras, Fotografía Kirlian (efluviografía), Poder piramídico; (Movimientos sociales) Encounter group, LGATs, MLMs, Tantrismo, Raelianos; (Conciencia) Proyección astral, Estados superiores de consciencia, Timothy Leary, Castaneda, Peyote, LSD, Yagé (alucinógeno), Cacto San Pedro (alucinógeno), Huanto, Ayahuasca, Mezcalina, Micolatria, Psilocibina, chamán o shamán, Enteógenos, Control Mental, Método Silva de Control Mental, Ángeles, Dakini, Aura, Conciencia cósmica, Qigong, Elementos, Experiencia cercana a la muerte, Experiencia extracorporal, Reencarnación, Metempsicosis, Viaje anímico, Viaje astral, Conciencia cuántica, Regresión a vidas pasadas; (Habilidades especiales) Escritura automática, Carismática, Clarividencia, Sueño lúcido, Levitación, Oráculos, Psíquica, Psicotrónica, Televidencia, Palmistry, Brujería, Telequinesia, Telepatía, Canalización; (Centros de energía geográfica) Sitio sagrado, Triángulo de las Bermudas, Atlántida, Lemuria, Ley Lines, Machu Picchu, Stonehenge, Portales, Punto de potencia; (Sistemas implicados en el control, predicción o descripción del mundo físico) Alquimia, I Ching, Runas, Astrología, Tarot, Magick, Numerología, Feng Shui, Vastu; (Temas forteanos diversos) Civilización antigua, Civilización oculta, Viaje a través del tiempo; (Libros clave) La conspiración de Acuario, de Marilyn Ferguson, La gran invocación.
Todas estas palabras en sí mismas son neutrales, pero hábilmente utilizadas condicionan a las mentes en formación, ya encaminados por el cine y la televisión, para que adopten la cosmovisión de la Nueva Era como algo natural e inofensivo.
Alguien podría exclamar: “Yo creía que no se podía hacer proselitismo religioso en los colegios públicos y en las universidades”. Pues bien, no puede hacerse proselitismo cristiano, pero sí nuevaerista. Un texto escolar de educación pública, tiene una sección sobre fotografía en la que presenta “fotos de espíritus”, como las llaman, que enseña a los estudiantes que existe una fuerza espiritual la cual los seres humanos no estamos aprovechando. Otro texto sugiere la siguiente tarea al estudiante: “Escriba y cante un conjuro mágico para hacer flotar los objetos que hay en la habitación”.
A los niños se les dice que hay dos regiones que deben ser exploradas: el espacio exterior y el interior. Se explora el espacio exterior con la ayuda del telescopio y los viajes espaciales, y el espacio interior adoptando la postura del loto y meditando sobre la fuerza interior que tenemos.
La Nueva Era ha comprendido que la batalla por las almas de la futura generación debe ser librada y ganada en las aulas escolares por profesores que perciben con exactitud su papel como proselitistas de la nueva fe: una religión humanista que reconoce y codicia para sí la chispa de lo que los cristianos llamamos la imagen de Dios en cada ser humano.
Este es el paso lógico de una religión que hace mucho tiempo que cautivó el mundo de los negocios. Si quieres tener dinero y ser exitoso, debes practicar las técnicas de la Nueva Era que aprendiste de chico en la escuela, y de joven en la universidad. Para eso fuiste condicionado durante tantos años a través de la educación formal, la música, el cine, la internet, y todos los medios de comunicación masiva que existen.
Por último, tenemos la influencia de la Nueva Era en la iglesia, donde por décadas se han estado enseñando ideas panteístas. La falsa teología se ha transformado en sustituto de la doctrina bíblica. Las teologías del dominio y la prosperidad son conceptos de la Nueva Era. Muchos líderes cristianos no reconocen esto, y lo enseñan a multitudes. Los extremos en la teología de señales y prodigios, del declarar por fe, de la visualización y la oración mística son las mismas que utiliza la cienciología. Aquello que seas capaz de visualizar puedes declararlo como tuyo.
La Nueva Era es un movimiento satánico de autodeificación diametralmente opuesto al cristianismo. Su terrible peligro reside en la forma en que se presenta. Sólo hay dos religiones. Una se escribe HAZ y serás aceptado. La otra dice HECHO, está consumado. Está hecho. Este es el cristianismo: el evangelio del Señor Jesucristo. Un regalo para todo aquel que esté dispuesto a aceptarlo por fe.
“Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4).
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu” (Juan 19:30).
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).
1. Dios
2. El Universo
3. Fuente de la Verdad
4. El bien y el mal
5. El Hombre
6. Causa de los Problemas de la Humanidad
7. La Solución de los Problemas de la Humanidad
8. El Señor Jesucristo
9. La Religión
10. Acerca de la muerte
El satanismo es una religión de poder. La gente adora a Satanás porque él promete poder a sus adoradores. Con el poder viene la posición y con la posición la posesión. A la posición y a la posesión les acompaña el placer. Los satanistas buscan el placer personal. Algunos de ellos lo encuentran manteniendo relaciones sexuales con niños, animales e incluso cadáveres; otros torturando animales, niños, jóvenes o adultos... y aún matándolos.
El satanismo se convierte para el devoto a él en un sistema de poder para conseguir placer. Lo único que les importa a los satanistas es eso, tanto en esta vida como en la venidera. Su actitud es la de “que se vayan al infierno” todos los demás.
En el sentido más amplio de la palabra, el satanismo significa: contacto con seres espirituales distintos al verdadero Dios; la adoración y el homenaje a dichos seres espirituales; e incluso su utilización. Esto abarca todo el paganismo, la brujería (o hechicería) positiva y negativa, el ocultismo y aún las religiones no cristianas. Si bien es cierto que el judaísmo y el islam son sistemas teístas muy relacionados con el cristianismo, ambos rechazan de plano a Jesús como Cristo, Hijo de Dios y Señor. El Nuevo Testamento nos enseña que aparte de un conocimiento personal de Cristo no se puede conocer a Dios (Juan 14:6; Hechos 4:12; 1 Corintios 8:5,7; 1 Juan 2:22,23).
Los judíos y los musulmanes, no lo conocen. Si lo conociesen, también conocerían a Su Hijo. Por tanto las experiencias místicas de esos grupos son debidas a espíritus engañadores religiosos procedentes de Satanás. Cuando elevan sus manos en oración a Dios, dichas oraciones son dirigidas hacia el diablo por los espíritus satánicos. De modo que, aunque desconociendo por completo este hecho, son satanistas secretos.
En el Areópago (Hechos 17), Pablo se enfrentó a algunos de los primeros humanistas: los epicúreos; y a los panteístas de su tiempo: los estoicos. Estos eran los seguidores primitivos de la Nueva Era.
El cristianismo lucha contra todos estos sistemas de cosmovisión contrarios. Aunque el satanismo sea el más horrendo y destructivo de ellos, quizás no sea el más peligroso para el mayor número de personas a nivel mundial, ya que su perversidad resulta demasiado obvia para la gente en general. Ha prosperado y seguirá haciéndolo entre individuos perturbados y malos, que desean una religión que defienda su total egoísmo, sus perversiones sexuales, su naturaleza sádica, su falta de autodisciplina y su desdén por los demás. Esta religión egocéntrica glorifica la clase más perversa de pecado y dolor infligida a otros.
El movimiento de la Nueva Era, por otra parte, es muy peligroso por la apariencia tan grande de corrección que tiene para el hombre contemporáneo. Niega la realidad objetiva del mal centrado en un ser perverso llamado Satanás y se inclina por las cosas “buenas”. Trata de estimular el pleno desarrollo del potencial humano. Aboga por la naturaleza, la paz mundial y un nuevo orden internacional. Parece cristiano en su enfoque de Dios, Cristo, el bien, el orden mundial y la felicidad humana y terrena.
No sería arriesgado afirmar que la mayor amenaza contra el cristianismo que hay en la actualidad en el mundo es el movimiento de la Nueva Era; no es el satanismo, ni el avivamiento de las religiones tradicionales como el islam, ni siquiera el humanismo secular. La Nueva Era tiene todo el atractivo de la religión mundial única del Anticristo. Aunque no introduzca necesariamente a éste, es la clase de religión global a nivel del mundo entero con la que el Anticristo se sentirá muy a gusto.
En otro tiempo, el humanismo secular constituyó el mayor adversario para el cristianismo. Procedente de la Europa Occidental, esta filosofía barrió los Estados Unidos partiendo por la costa este. En pocas décadas tomó el control de América y se hizo ley en los Estados Unidos a través de importantes decisiones de la Corte Suprema que tuvieron lugar entre la década de los 60 y los años 80. El humanismo secular contradice de forma frontal la Declaración de Independencia Americana, un documento que declara: “Sostenemos que estas verdades son manifiestas: que todos los hombres han sido creados iguales y dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, entre los cuales estén el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad”.
La Corte Suprema dio un vuelco en principio, si no de hecho, a esta parte de la Declaración de Independencia: proscribiendo la enseñanza bíblica de la creación en las escuelas públicas, de modo que no hay Creador; prohibiendo la oración en las mismas y declarando ilegal en las aulas la lectura bíblica; diciendo que los Diez Mandamientos no podrían ser enseñados en los colegios estatales, ni siquiera expuestos en un aula dentro del sistema público de enseñanza en los Estados Unidos.
De todo esto resultó un gigantesco vacío espiritual en el país. Los Estados Unidos es una de las naciones más religiosas del mundo y no pueden vivir sin Dios o sin religión. El humanismo secular los dejó insatisfechos. Se convirtieron en un país de técnicos sin paz interior. Llegaron a ser cómodos consumidores de la clase media sin verdadero propósito en la vida, gigantes señeros, pero al mismo tiempo bebés en el terreno de la ética. Para ser de veras humanos debían tener un dios.
Paralelo a esta victoria del humanismo secular en América del Norte vino el nacimiento y el desarrollo de la Era de Acuario, comenzando con jóvenes insatisfechos pero creciendo en ímpetu hasta llegar a convertirse en una de las mayores fuerzas espirituales que operan en América del Norte. Aunque se trata de un sincretismo de diversos grupos, la Era de Acuario (o Nueva Era) sostiene fundamentalmente una cosmovisión del Lejano Oriente.
Si se nos pidiera que ilustrásemos el movimiento de la Nueva Era, lo haríamos con el dibujo de un hombre con traje de negocios a la moda occidental, sentado sobre el césped, en la postura oriental del loto y meditando sobre su Macintosh.
EL MOVIMIENTO DE LA NUEVA ERA
El movimiento de la Nueva Era no es nuevo; constituye el antiguo susurro que se oyó en el huerto del Edén cuando la serpiente le dijo a la mujer: “Seréis como Dios” (Génesis 3:5). El nuevaerista contemporáneo declara: “Uno de estos días estaré tan completo que no seré humano, sino un dios”. ¡Eso mismo le dirá el Anticristo a la humanidad que lo recibirá con brazos abiertos! (2 Tesalonicenses 2:4).
Algunos de los conceptos principales que identifican al Movimiento de la Nueva Era son los siguientes:
1. La Nueva Era es panteísmo
Dios es todo y todas las cosas son dios. La Biblia enseña el teísmo, que declara que Dios es al mundo lo que un pintor es a su cuadro o un dramaturgo a su obra de teatro. El panteísmo dice que Dios es al mundo lo que un charco de agua es a cada una de sus gotas. Todos somos gotitas en un punto infinito. Todos somos un goteo persistente y magnifico, y a la vez somos esa magnífica y grande gota que es el charco. Por tanto Dios es un “algo”; no el Padre, sino una fuerza. La frase: “Que la fuerza sea contigo” es panteísta, expresa el concepto de Dios de la Nueva Era.
2. La Nueva Era es monismo filosófico
El monismo dice que sólo hay una esencia en el universo. El ateísmo es monismo ya que confirma que la única realidad es la materia. La Nueva Era también lo es, puesto que dice que esa única realidad es Dios.
Dios es la naturaleza y la naturaleza es Dios. Dios es el agua, el aire, la ballena, los árboles. Esta es la razón por la cual los adeptos de la Nueva Era demuestran una pasión irreal por el agua, el aire, las ballenas y los árboles. Aunque todos deberíamos interesarnos por el medio ambiente, la preocupación de los seguidores de la Nueva Era es religiosa: para ellos esas cosas son Dios.
3. La Nueva Era es holismo
Si la naturaleza es Dios, y Dios es la naturaleza, todo es Dios. De manera que la Nueva Era defiende el holismo (del inglés whole: todo).
4. La Nueva Era es auto-deificación
Si Dios es todo, panteísmo; si lo único que existe es Dios, monismo; si todo es Dios, holismo; entonces el hombre es Dios: deificación humana o auto-deificación.
5. Esto conduce a la inmanencia desequilibrada
¿En dónde buscamos a Dios? No miramos arriba a los cielos, ni abajo a la tierra. Miramos dentro de nosotros y allí lo encontramos.
6. La Nueva Era es misticismo extremo
Se trata del misticismo definitivo. La deidad puede ser alcanzada. Si miras adentro, si te centras en ti mismo, si comprendes que eres dios, si te despiertas de tu amnesia, descubrirás a Dios. El nuevaerista contemporáneo declara: “El secreto mejor guardado del siglo XXI es que todos somos dios, pero lo hemos olvidado. Hemos caído en la amnesia y necesitamos despertarnos de ella por medio de la meditación trascendental. La divinidad puede alcanzarse mediante la experiencia mística”.
7. La Nueva Era es reencarnación
Nosotros, los dioses tenemos que aprender a ser Dios, pero si no lo logramos en esta vida todavía podremos conseguirlo en la siguiente, o en la siguiente, o en la siguiente… La reencarnación es el corazón de la Nueva Era. Para el nuevaerista la vida es cíclica. El cristianismo enseña que uno tiene que nacer de nuevo. El movimiento de la Nueva Era también lo dice: debemos nacer de nuevo... una vez más, y otra, y otra… El cristianismo dice que se vive una vez y se muere una vez. El movimiento de la Nueva era dice que hay diversas vidas. Vives y mueres, vives y mueres, vives y mueres…
Los hindúes han sido los grandes diseminadores de la reencarnación. Su sistema social básico, el infame sistema de las castas, está fundado en dicha creencia y en la del karma (o destino). Aunque el modo de reencarnación de la Nueva Era no abogue por un sistema de castas, todavía posee una visión semifatalista de la vida humana. De ahí la necesidad de nacer vez tras vez, hasta que por fin se consigue enmendar las cosas.
Esto ayuda también a explicar el concepto positivo que tienen los adeptos de la Nueva Era del aborto. El hecho de que 4.300 mujeres aborten cada día a un niño no nacido les parece aceptable. Según muchos seguidores del movimiento, esto sucede porque dichos niños pecaron en una vida anterior y son “castigados” con el aborto en esta vida, aunque tendrán una nueva oportunidad de nacer en el futuro.
La reencarnación lleva también a otros extremos. El homosexual de la Nueva Era, por ejemplo, dice que es homosexual porque tiene un alma femenina procedente de una vida anterior atrapada en un cuerpo de varón, y que no puede hacer nada por el contrario ese karma.
8. La Nueva Era sostiene una ilusión
El bien y el mal son para ellos una misma cosa; concepto difícil de entender hasta que se tiene en cuenta su panteísmo, monismo, holismo y autodeificación. Si Dios es todo y todo es Dios, entonces cada cosa que existe es divina. Por tanto, lo que llamamos bien y lo que llamamos mal son sólo dos caras de una misma moneda que conocemos es Dios; y ya que todo es Dios, tanto el bien como el mal constituyen meras ilusiones. La Biblia enseña que Dios es tan santo que los ángeles le cantan: “Santo, santo, santo” (Apocalipsis 4:8). Si los adeptos de la Nueva Era están en lo cierto, debería haber en el cielo un coro antifonal. Una parte estaría cantando “santo” y otros “impío”. Algunos de los cantores entonarían: “"Tú eres bueno” y los otros: “Tú eres malo”.
9. La Nueva Era es animista
Según ellos, el universo está vivo, todo él es espíritu. Creen en el principio de Gaia o que hay una fuerza viva detrás de cada cosa. Eso es animismo, paganismo. Esta es la razón por la que los cristianos norteamericanos de antaño enviaron misioneros al mundo: porque los incrédulos de otras latitudes creían en la idea pagana de que toda cosa está viva. ¡Y ahora eso se enseña en universidades y escuelas a lo largo y ancho del mundo en nombre de la ciencia.
10. La Nueva Era es evolucionista
El mundo, esto es, la sociedad humana, está evolucionando. Los seguidores de la Nueva Era no creen en la evolución darwiniana; lo que a ellos les interesa es la evolución espiritual. No les preocupa que el hombre proceda de los animales, sino el hecho de que pueda evolucionar convirtiéndose en Dios. Se trata de una evolución panteísta.
Parece contradictorio y lo es ¿Cómo puede dios evolucionar a Dios? La Nueva Era es un complejo sistema de ideas contradictorias.
11. La Nueva Era es optimista
Los adeptos del movimiento de la Nueva Era son unos optimistas incurables. Esto resulta irresistible y atractivo para un mundo pesimista como el nuestro. Los seguidores de dicho movimiento creen que el mundo se está haciendo cada día mejor, que estamos en el amanecer de la era de Acuario. El milenio se acerca y ellos son los que van a introducirlo. Los adeptos de la Nueva Era piensan que un día todo el mundo será ganado y los líderes mundiales trabajarán juntos. Se aproxima un tiempo nuevo.
En la actualidad consideran a las Naciones Unidas, por así decirlo, como su cuartel general. La ONU no lo sabe, pero sí los adeptos de la Nueva Era, y eso es lo único que importa. Ya han dado pasos para guiar y modelar a las Naciones Unidas de tal manera que cumplan su labor misionera. En la ONU existe, hoy en día un centro de meditación de la Nueva Era y tanto el organismo internacional como este movimiento tienen entre sus divisas un “nuevo orden mundial”.
El “nuevo orden mundial” es la orden del día en las Naciones Unidas, y ya que la Nueva Era no se considera una religión, sino más bien un movimiento de gente de cualquier religión o fe no religiosa, muchos dirigentes de la ONU ven sus enseñanzas como una filosofía mundial deseable. En realidad, algunos hombres destacados del organismo internacional son seguidores de la Nueva Era. Por último, el concepto que tiene la ONU de que el planeta es una “aldea global” necesita de alguna cosmovisión ecléctica que una de manera perfecta entre sí a toda la gente. La ONU está preparando el escenario para la entrada de la Nueva Era.
Debemos recordar que el movimiento de la Nueva Era es ante todo teología oriental asociada con teoría occidental. No tiene la gran visibilidad de otros movimientos religiosos, con sus sedes mundiales. No tiene Ciudad del Vaticano, domicilio mundial del Consejo Mundial de Iglesias, Templo Mormón o sede de los Bautistas del Sur. No cuenta con centro internacional alguno, pero se trata de una gran coalición de organizaciones variadas y divergentes, dirigidas por personas distintas que comparten una cosmovisión amplia y unificada hacia una meta común.
La estrategia del movimiento consiste en ir desarrollando gradualmente su proyecto de nuevo orden mundial mediante la creación de una nueva conciencia planetaria. Este proceso de conversión será realizado por un nuevo campo de energía espiritual en el mundo: la fuerza divina que hay en cada ser humano. El movimiento de la Nueva Era utiliza a cada persona, organización, concepto o cualquier otra cosa susceptible de ser aprovechada para producir el nuevo orden mundial.
Este movimiento amplio y sin organización, que algunos han llamado “la Conspiración de Acuario”, admite a todos y cada uno de los grupos cuya meta sea un nuevo orden mundial. Algunos de dichos grupos no son ni siquiera religiosos, pero eso no importa. Una vez que se consiga el objetivo final, todos lo serán, puesto que cada uno reconocerá que es dios. Todos tienen esto en común: desean un nuevo orden internacional y una hermandad mundial de paz entre los hombres. Humanismo cósmico y desarrollo del potencial humano. ¡Qué gran plataforma para el Anticristo!
12. La Nueva Era es mundialista
El mundialismo surge del evolucionismo social y de un optimismo casi determinista: toda la raza humana será una. Es la visión del planeta entero como una aldea global.
13. La Nueva Era es sincretista
El diccionario de la Real Academia define el sincretismo como el “sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes”. Esta es una buena definición de lo que la Nueva Era tiene que hacer para producir ese nuevo orden mundial. Todas las religiones y filosofías deben combinarse, fusionarse, mezclarse en una misma sopa; no se trata de una cazuela, donde cada ingrediente conserva cada una de sus propias características físicas mientras se mantiene unida con el resto. No, las religiones en su totalidad serán precipitadas dentro de una licuadora cósmica que hará de ellas una sola ecléctica religión mundial.
Una meditación mundial del movimiento de la Nueva Era empieza bien con Génesis 1:1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”. Luego, en el versículo 2 es donde cada verdadero cristiano debería separarse para siempre de la teología de dicho movimiento: “Ha llegado el momento del nuevo comienzo. Soy creador `junto con Dios’, y lo que está por venir es un nuevo cielo. La buena voluntad de Dios se expresa sobre la tierra a través de mi persona. Estoy haciendo mi parte para revelar sus realidades. Comienzo por mí mismo. Soy un alma viviente y el Espíritu de Dios mora en mí, como yo mismo. Yo y el Padre somos uno. Todo lo que el Padre tiene es mío. Yo soy verdad; soy el Cristo de Dios”.
Este sincretismo de la Nueva Era rechaza por completo la exclusividad de Jesucristo. El movimiento religioso que está creciendo más rápido en el mundo entero es un sistema de creencias falso y demoníaco. A pesar de que un informe aparecido recientemente, según el cual sólo 25.000 personas pretendían identificarse como adeptos de la Nueva Era, casi dos terceras partes de la sociedad mundial ha sido bastante influenciada por este movimiento. ¿En qué nos basamos para afirmarlo?
Primero, como indican las encuestas a nivel mundial, un tercio de los habitantes del planeta tierra creen en la reencarnación. En segundo lugar, dos tercios de las personas a lo largo del mundo leen los horóscopos y la mitad de ese número cree en ellos. Dos tercios también pretenden tener algún tipo de percepción extrasensorial. Y cuatro de cada diez terrícolas han mantenido contacto con los muertos y/o con seres intergalácticos. Estas son las creencias principales de la Nueva Era.
Esto no significa que todos sean seguidores de la Nueva Era. La mayoría no lo son. Sólo quiere decir que varias de las enseñanzas principales de la teología de este movimiento son ya creídas por casi dos terceras partes de los habitantes de la tierra.
Lo más peligroso quizá sea que, durante dos generaciones, los medios de comunicación han condicionado al público mundial para que acepte la cosmovisión de la Nueva Era. Ese condicionamiento de los medios de comunicación se encuentra en su momento más alto hoy en día. Todo comenzó con el cine y la televisión. Por ejemplo, la película de los años 70 “2001: Odisea del espacio” tuvo un efecto impresionante en la mente de los espectadores a nivel mundial. El clímax de dicha película se centraba en la vida humana en forma de embrión, considerada como la fuerza vital básica del universo. Ese era el mensaje principal y la imagen final de la cinta. Esto no es otra cosa que teología de la Nueva Era.
Luego vinieron los programas de televisión que divulgaban también conceptos teológicos de la Nueva Era. Las dos series claves que comenzaron a preparar el terreno para la aceptación del ocultismo fueron: “Mi Bella Genio” (My Dream of Jeannie) y “Hechizada” (Bewithched). Estas fueron seguidas por series como “Kung Fu” y dibujos animados como “He-Man”, “Masters of the Universe”, y muchas, muchas otras. Todas estas series, hoy consideradas ingenuas, contenían fuertes enseñanzas de la Nueva Era; enseñanzas que hoy forman parte de las creencias que millones de personas en el mundo profesan.
Actualmente, la temática principal de las series de televisión y las películas de Hollywood que no tiene el sexo y la violencia como trama argumental, es el ocultismo de la Nueva Era. Todos estos filmes tienen una cosa en común: un campo de energía espiritual, un campo de fuerza vital que impregna todas las cosas. Tratan de una fuerza mística, cósmica, de portales que comunican a los simples mortales con el más allá y sus sabios y etéreos moradores.
Además, la Nueva Era ha comprendido a cabalidad que el sistema de las escuelas públicas es un prolífico campo misionero. ¿Dónde podría conseguir una audiencia más cautiva y estratégica para influir en el control mundial del nuevo orden? Todo comenzó en 1954, con la publicación del libro de Alice Baily Education in the New Age. Baily era discípula de Helen P. Blavatsky, una mísitca rusa cofundadora de la Sociedad Teosófica. La obra fue publicada en Norteamérica por Lucas Publishing Company, en principio Lucifer Publishing Company. Otros muchos han perpetuado su filosofía plagada de referencias de la Nueva Era.
Cada vez más se están utilizando en las aulas escolares y universitarias, a lo largo y ancho del mundo, libros de texto publicados con el dinero de los contribuyentes que contienen enseñanzas de la Nueva Era, algunas sutiles y solapadas, otras abiertamente ocultistas. ¿Cómo distinguirlos? En el vocabulario de la Nueva Era abundan estos temas, y referentes: Aldous Huxley, Autoayuda, Ecoaldea, Era de Acuario, Iniciación, Jerarquía Espiritual, Medicina alternativa, Movimiento ecologista, Secta, Neopaganismo, Wicca, Parapsicología, Espiritismo, Sociedad alternativa, Pseudociencia; (Filosóficos) Sincretismo, Cuarto Camino, Gurdjieff, Postmodernismo, Karma, Vedas, Espiritualidad, Sincronicidad, Mitos, Misterios, Transcendencia, Multi-dimensionalidad; (Meditativos) Qigong-Chi'kung, Yoga, Tantra, Tai Chi, Meditación, Meditación trascendental, Kundalinī, Chakras, Mándala, Trance(Espiritual/Religiosos) Teosofía, Logosofía, Antroposofía, Espiritismo, Orgónica, Hinduismo, Kabala, Isis, Chamanismo, Neo-Gnosticismo, Neo-Hermetismo, Druidismo, Guía espiritual, Gurú, Maestro de sabiduría, Coaching, Paulo Coelho, Osho, Rosacruz, Cristo Cósmico, Urantia, Dianética, Psicosinergia, Psicología transpersonal o de “regreso a vidas anteriores”; (Salud/Sanación) Flores de Bach, Acupuntura, Aromaterapia, Ayurveda, Biorritmo, Onda mental, Breatharians, Cristales, Gemoterapia, Radiestesia, Qi-ch'i-ki (energía), Reiki, Sanación magnificada, Autoayuda, Visualización, Iridología, Chakras, Fotografía Kirlian (efluviografía), Poder piramídico; (Movimientos sociales) Encounter group, LGATs, MLMs, Tantrismo, Raelianos; (Conciencia) Proyección astral, Estados superiores de consciencia, Timothy Leary, Castaneda, Peyote, LSD, Yagé (alucinógeno), Cacto San Pedro (alucinógeno), Huanto, Ayahuasca, Mezcalina, Micolatria, Psilocibina, chamán o shamán, Enteógenos, Control Mental, Método Silva de Control Mental, Ángeles, Dakini, Aura, Conciencia cósmica, Qigong, Elementos, Experiencia cercana a la muerte, Experiencia extracorporal, Reencarnación, Metempsicosis, Viaje anímico, Viaje astral, Conciencia cuántica, Regresión a vidas pasadas; (Habilidades especiales) Escritura automática, Carismática, Clarividencia, Sueño lúcido, Levitación, Oráculos, Psíquica, Psicotrónica, Televidencia, Palmistry, Brujería, Telequinesia, Telepatía, Canalización; (Centros de energía geográfica) Sitio sagrado, Triángulo de las Bermudas, Atlántida, Lemuria, Ley Lines, Machu Picchu, Stonehenge, Portales, Punto de potencia; (Sistemas implicados en el control, predicción o descripción del mundo físico) Alquimia, I Ching, Runas, Astrología, Tarot, Magick, Numerología, Feng Shui, Vastu; (Temas forteanos diversos) Civilización antigua, Civilización oculta, Viaje a través del tiempo; (Libros clave) La conspiración de Acuario, de Marilyn Ferguson, La gran invocación.
Todas estas palabras en sí mismas son neutrales, pero hábilmente utilizadas condicionan a las mentes en formación, ya encaminados por el cine y la televisión, para que adopten la cosmovisión de la Nueva Era como algo natural e inofensivo.
Alguien podría exclamar: “Yo creía que no se podía hacer proselitismo religioso en los colegios públicos y en las universidades”. Pues bien, no puede hacerse proselitismo cristiano, pero sí nuevaerista. Un texto escolar de educación pública, tiene una sección sobre fotografía en la que presenta “fotos de espíritus”, como las llaman, que enseña a los estudiantes que existe una fuerza espiritual la cual los seres humanos no estamos aprovechando. Otro texto sugiere la siguiente tarea al estudiante: “Escriba y cante un conjuro mágico para hacer flotar los objetos que hay en la habitación”.
Las alusiones al yoga, a la música de la Nueva Era, al sonambulismo, la psicología, la hipnosis, la autosugestión, la parasicología y el teatro mágico o fantasía creativa no tienen fin en los textos escolares actuales. Al parecer están siendo escritos por miríadas de seguidoras de J. K. Rowling que quieren hacer de cada estudiante del sistema público un Harry Potter.
A estudiantes de la carrera de educación de párvulos se les enseña formas básicas de yoga, control mental, técnicas de meditación y relajación adoptando la famosa postura hindú del loto, se las introduce en proyección astral, y se les enseña a utilizar juegos de roles ocultistas para “educar” y “entretener” a niños que están en su primera infancia, y quienes probablemente jamás olvidarán lo que aprendieron en la escuela en la que sus padres los dejaban gran parte del día, todos los días, por años.
A los niños se les dice que hay dos regiones que deben ser exploradas: el espacio exterior y el interior. Se explora el espacio exterior con la ayuda del telescopio y los viajes espaciales, y el espacio interior adoptando la postura del loto y meditando sobre la fuerza interior que tenemos.
La Nueva Era ha comprendido que la batalla por las almas de la futura generación debe ser librada y ganada en las aulas escolares por profesores que perciben con exactitud su papel como proselitistas de la nueva fe: una religión humanista que reconoce y codicia para sí la chispa de lo que los cristianos llamamos la imagen de Dios en cada ser humano.
Estos profesores deben personificar la misma dedicación desinteresada que caracterizó a los predicadores fundamentalistas de antaño, ya que son llamados a ser ministros de otro tipo, que deben utilizar el aula escolar en lugar del púlpito para transmitir los valores nuevaeristas en cualquier asignatura que enseñen, sin distinción del nivel educativo, desde el preescolar o la guardería hasta los estudios en las grandes universidades.
Este es el paso lógico de una religión que hace mucho tiempo que cautivó el mundo de los negocios. Si quieres tener dinero y ser exitoso, debes practicar las técnicas de la Nueva Era que aprendiste de chico en la escuela, y de joven en la universidad. Para eso fuiste condicionado durante tantos años a través de la educación formal, la música, el cine, la internet, y todos los medios de comunicación masiva que existen.
Por último, tenemos la influencia de la Nueva Era en la iglesia, donde por décadas se han estado enseñando ideas panteístas. La falsa teología se ha transformado en sustituto de la doctrina bíblica. Las teologías del dominio y la prosperidad son conceptos de la Nueva Era. Muchos líderes cristianos no reconocen esto, y lo enseñan a multitudes. Los extremos en la teología de señales y prodigios, del declarar por fe, de la visualización y la oración mística son las mismas que utiliza la cienciología. Aquello que seas capaz de visualizar puedes declararlo como tuyo.
La Nueva Era es un movimiento satánico de autodeificación diametralmente opuesto al cristianismo. Su terrible peligro reside en la forma en que se presenta. Sólo hay dos religiones. Una se escribe HAZ y serás aceptado. La otra dice HECHO, está consumado. Está hecho. Este es el cristianismo: el evangelio del Señor Jesucristo. Un regalo para todo aquel que esté dispuesto a aceptarlo por fe.
“Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4).
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu” (Juan 19:30).
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).
DIEZ DIFERENCIAS ENTRE EL CRISTIANISMO Y LA NUEVA ERA
- Tema
- Visión Bíblica
- La Nueva Era
1. Dios
- La persona del Creador santo y diferente de su creación
- La fuerza impersonal que es tanto buena como mala e impregna todo.
2. El Universo
- Compuesto de objetos independientes y personas; una amplia diversidad.
- Todo es uno; unidad cósmica
3. Fuente de la Verdad
- Revelada por Dios en la Biblia
- Se encuentra dentro de cada persona
4. El bien y el mal
- Basados en los postulados absolutos de la Biblia
- Basados en los sentimientos relativos, personales y subjetivos.
5. El Hombre
- Una criatura de Dios, imagen de Dios a pesar de su rebeldía.
- Un dios.
6. Causa de los Problemas de la Humanidad
- La rebelión del pecado contra la santidad de Dios.
- Ignorancia del potencial verdadero.
7. La Solución de los Problemas de la Humanidad
- Debemos arrepentirnos del pecado y confiar en el Señor Jesucristo para salvarnos.
- Debemos descubrir nuestra verdadera identidad de seres divinos y sin límites.
8. El Señor Jesucristo
- Dios-hombre, Señor y Salvador del mundo.
- Un gran maestro o gurú.
9. La Religión
- Sólo una: la de Dios.
- Las varias religiones representan muchos caminos hacia Dios.
10. Acerca de la muerte
- Conduce o al cielo o al infierno (Resurrección).
- Conduce a otra vida (Reencarnación).
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