Proverbios 10:25

“Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; mas el justo permanece para siempre” (Pr 10:25).

¿Qué quedará de tu vida e influencia? Si vives impíamente, Dios te borrará de este mundo y te entregará al tormento eterno en el otro mundo. Si vives una vida justa, Dios te bendecirá a ti y a tus hijos ahora y te dará gloria eterna y riquezas con Él en el cielo más adelante. La lección es fácil: ¡apártate del mal! (Pr 3:7; 13:19; 16:6; 16:17)

Las viviendas en la época de Salomón eran tiendas o casas sin cimientos enterrados en el suelo. Un huracán o un tornado podría destruir y eliminar la estructura por completo, de modo que no se pudiera encontrar al día siguiente; pero un castillo sólidamente construido con cimientos muy profundos en el suelo o en la roca podría resistir la ráfaga del viento y seguir en pie.

Ciudades enteras de viviendas en la superficie han sido arrasadas por el viento y la lluvia, sin embargo, muchas naciones tienen edificios o cimientos que siguen en pie después de cientos o miles de años. ¿Qué hizo la diferencia? Un fundamento seguro. Una vida edificada sobre el fundamento profundo de la Palabra de Dios sobrevivirá a esta vida y al gran Día del Juicio.

Todas las personas impías serán despedazadas y nunca más vistas, como el paso de un tornado ruidoso y violento. En marcado contraste, las personas justas construyen vidas sólidas y dejan un legado duradero, y luego pasan a morar para siempre en el cielo. Los malvados han ido y venido durante 6.000 años, y sus llegadas y partidas no deberían molestar a los justos. Las personas piadosas deberían, en cambio, construir familias duraderas con confianza.

La maldad es una manera segura de acortar tu vida y arruinar tu esperanza, pero la justicia alargará tu vida y cumplirá tus deseos. La tribulación ciertamente vendrá y destruirá a los impíos, pero los justos están firmemente establecidos sobre un fundamento que no se puede mover. Este contraste entre los malvados y los justos es uno de los temas principales de Salomón (Pr 10:6,9,16,24-25,27-30; 11:3,5-8,18-21,31; 12:2-3 ,7,13-14,21,26,28; 13:6,9,14-15,21-22,25; 14:11,14,19,32; 15:6,8-9,24,26 20:7; 21:12,15-16,18,21; 22:12; 28:10,18; 29:6).

Cuando eliges un estilo de vida impío, pones en marcha los juicios sobrenaturales de Dios en tu contra y el efecto combinado del castigo humano y el alto riesgo. Este es un escenario desesperado, contra el cual solo los tontos se enfrentan. Al elegir un estilo de vida piadoso, traes las bendiciones sobrenaturales de Dios, el favor de los hombres y el beneficio de la seguridad. No hay comparación entre estas dos formas de vivir. ¿Cuál es tu elección hoy?

Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas rechazaron las leyes morales de Dios, y el fuego del cielo las destruyó a todas. Faraón abusó del pueblo de Dios, Israel, pero el Señor destruyó su tierra y lo ahogó en el Mar Rojo. Acab rechazó a los profetas de Dios, por lo que una flecha fortuita lo mató en batalla, los perros se comieron el cuerpo de su esposa, sus amigos decapitaron a sus 70 hijos y su hija mató a sus nietos políticos. Judas optó por traicionar a Jesucristo y, con gran dolor, desparramó sus entrañas por la tierra.

AleJandro fue nombrado Magno, y se consideró grande, pero él y su familia fueron cortados y ya no existen. ¿Qué pasó con la ambición de Cleopatra y la nación que gobernó? ¿Puedes encontrar restos de Atila, Genghis Khan, el rey Tamerlán o el sultán Solimán? ¿Dónde está el alguna vez popular jefe del tercer Reich? Estos hombres y la mayoría de sus naciones han desaparecido de la tierra o quedan como meras caricaturas de su antigua gloria.

Los justos también están registrados en la Palabra de Dios. Abraham fue el fundamento perpetuo de la nación de Dios (Is 51:1-3). Fineas tenía la promesa de Dios de un sacerdocio eterno por su celo (Nm 25:11-13). Jonadab por su dedicación siempre tendría un hombre que lo representara ante Dios (Jer 35:18-19). Dios edificó a David un legado eterno a través de su Hijo que se sienta en el trono de los cielos en esta hora (2 S 7:11; Hch 2:29-36).

El favor de Dios no se limita a estos pocos héroes de la fe. Si caminas humildemente ante Dios y vives con rectitud según los estándares de la Biblia, el Rey de reyes te encomendará formal y públicamente a todo el universo (Mt 6:3-4; 25:31-46; 1 Ti 5:24-25; He 6:10). Además, también hay promesas para tu legado a través de tus hijos (Pr 11:21; 13:22; 20:7; Sal 25:13; 37:26; 102:28; 112:1-2; Jer 32:39 ; Hch 2:39).

Si solo se consideran a Dios y los sabios, Charles Darwin y sus alucinaciones han desaparecido por completo, pero William Tyndale ha proporcionado un legado y un fundamento duraderos y actualmente está bajo el altar de Dios (Ap 6:9-11). La princesa Diana dejó de existir y dejó un monumento al adulterio y la desgracia, mientras que el rey Jaime I le dio al mundo un libro que lleva su nombre y es bendecido por Dios por encima de todos los demás libros.

¿Qué harás hoy para construir una influencia duradera y una vida que nunca será destruida? Echa mano de la verdad, la justicia y la sabiduría en la biblioteca divina llamada Biblia y haz que tu vida obedezca sus términos. Humíllate ante el gran Dios (Stg 4: 8-10; 1 P 5: 6) y sigue a Pablo para obtener una corona en el Día del Juicio, cuando los impíos sean destruidos y los justos hereden un cielo y una tierra nuevos (2 Ti 4:8; 2 P 3:10-14).

Los justos se regocijan cuando los impíos son destruidos (Pr 11:10; Sal 58:1-11). Aunque los impíos sean destruidos primero por la muerte, serán resucitados para presentarse ante Dios y ser arrojados al infierno. Los justos edifican sus casas sobre la roca de la sabiduría divina vivida y predicada por Jesucristo, y sobrevivirán las tormentas de esta vida y la del juicio final (Mt 7:24-27). El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (1 Jn 2:15-17).