Proverbios 1:3

Para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad” (Pr. 1:3).

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¿Por qué leer el libro de Proverbios? Salomón en su introducción da por lo menos nueve razones (Pr. 1:1-4). Enumera la sabiduría, la doctrina, la prudencia, la justicia, el juicio, la equidad, la sagacidad, la inteligencia y la cordura; todas cualidades vitales para el éxito en la vida. Aquí hay cuatro: prudencia, justicia, juicio y equidad. Estas son cuatro facultades que debes aprender y cultivar.

Naciste ignorante y egoísta. Tu corazón tiene los afectos depravados y pervertidos de Adán, que destruyen la capacidad de percibir y razonar correctamente. Hasta que Dios no te regenere con un corazón nuevo, no serás sabio ni justo, porque tus afectos siguen siendo egoístas y perversos. Después de la regeneración, necesitas instrucción bíblica para poner tu mente al día.

Aquí hay instrucción inspirada, escrita por el hombre más sabio que haya existido. El libro de Proverbios le enseñará prudencia, justicia, juicio y equidad a las personas regeneradas. Pero debes recibir la instrucción, y sólo los discípulos humildes y sumisos harán esto. El orgullo innato del hombre lucha contra ser corregido y enseñado por otro, porque se presume sabio y justo en sí mismo.

¿Qué es la prudencia? Es un sinónimo de la sabiduría. Es el poder del juicio correcto. Es la habilidad analítica para discernir completamente un dilema o situación y concluir correctamente la actitud o acción piadosa y correcta en respuesta. La sabiduría (prudencia) no está necesariamente relacionada con la inteligencia, porque la sabiduría opera en un plano mucho más elevado que la mera memoria mecánica o la velocidad de cálculo de hechos simples. La sabiduría mira más allá de lo aparente para descubrir la verdadera naturaleza de una cosa o situación.

¿Qué es la justicia? Es elegir soluciones que sean rectas, exactas. La justicia siempre condena a los malvados y justifica a los justos. No confunde a los dos ni se compromete en ninguna dirección—no es parcial. Sabe lo que es exacto y lo exige con fiel integridad. El libro de Proverbios enseña justicia definiéndola como la capacidad para distinguir lo que está bien y lo que está mal.

¿Qué es el juicio? Está estrechamente relacionado con la justicia y, a menudo, se usa junto con ella en la Biblia. Cuando los hombres dicen: “Tiene buen juicio”, quieren decir que tiene la capacidad de identificar el error y elegir lo correcto. Las modas, el miedo, las apariencias u otras distracciones no alteran el juicio. Los sabios llegan al punto esencial de un asunto y juzgan correctamente (Jn. 7:24).

¿Qué es la equidad? Es pensar y actuar de manera completamente igualitaria, justa, imparcial y ecuánime. Un hombre con equidad no se mueve por las emociones, las amistades, la familia o la compensación por compromiso. No distorsionará la verdad ni sesgará las cosas en ninguna dirección. Es meticulosamente exacto en la distribución de recompensas y castigos. Es tan duro con su propia familia y amigos como lo sería con sus enemigos (I Ti. 5:21).

Aunque puede haber cierta superposición en las cuatro virtudes mencionadas aquí, la repetición no hace daño, ya que sólo enfatiza el gran valor de este libro. La prudencia, la justicia, el juicio y la equidad son virtudes maravillosas que debemos cultivar, y todo discípulo noble las anhelará con gran deseo. Están delante de ti en este libro. No se enseñan en ningún otro lugar del mundo. ¡Agradece a Dios por tu bendita oportunidad, y recíbelas!

Jesús de Nazaret tenía estos cuatro atributos en abundancia (Is. 11:4; Lc. 2:52; Col. 2:3). Sus propios enemigos dijeron: “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” (Jn. 7:46). Y cuando fue juzgado por Sus enemigos religiosos y políticos combinados, no pudieron producir una sola falta en Su vida pública (Mr. 14:55-59). Hoy Él reina en el pináculo del poder del universo, y lo hace con perfecta justicia (Sal. 45:6-7; Ap. 19:11).

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