Proverbios 14:8

“La ciencia del prudente está en entender su camino; Mas la indiscreción de los necios es engaño” (Pr 14:8).

Pocos hombres entienden lo que hacen. La mayoría de los hombres viven engañados. Creen que son sabios y correctos, pero son necios y están equivocados. Piensan conocer las consecuencias de sus acciones, pero creen mentiras que ocultan el problema que se avecina (Pr 4:19). Sólo los sabios tienen la prudencia y la discreción para examinar su vida y escoger lo que es justo (Pr 22:3).

El engaño es una cosa horrible. Es una error fatal. Es el peor error que un hombre puede cometer. No lo puedes distinguir una vez que estás engañado, porque el engaño significa que piensas que una mentira es la verdad, o que la verdad es una mentira. El engaño es la confianza en que tienes razón, cuando en realidad estás equivocado. El engaño es mentirte a ti mismo. El engaño es creer que el blanco es negro o que el negro es blanco. El engaño es andar desnudo en público, pensando que estás completamente vestido, como el emperador infame.

Hay una gran diferencia entre los sabios y los necios. Los hombres sabios no dan nada por sentado. Examinan cuidadosamente y prueban todas las cosas. Se aseguran de saber lo que deberían estar haciendo, los riesgos involucrados y los medios para lograrlos. Ellos entienden su camino. No se dejan engañar. Tienen un plan piadoso y lo ejecutan.

Los necios viven tontamente. Su insensatez se debe a sus mentes engañadas. Toman decisiones por instinto (pasión), por tradición (hábito), por presión de grupo (miedo), por libros de autoayuda (amor propio), por prueba y error (azar) y por educación (sabiduría mundana). La vida es algo que solo les ocurre. No entienden la vida o la forma correcta de vivir. Se engañan a sí mismos en la locura.

José entendió el mal del adulterio, por lo que rechazó a la esposa de Potifar. Sansón estaba seguro de que podía manejar a Dalila. José era un hombre prudente con futuro; Sansón era lo contrario, por eso engañado y luego castigado. Abraham entendió que debía mandar a su familia a obedecer a Dios. Eli pensó que podía ser indulgente. Abraham fue el amigo de Dios; Eli fue Su enemigo y por eso fue desechado.

Los necios fueron engañados al pensar que Benjamin Spock y James Dobson eran expertos en educación infantil, y su locura son los niños disfuncionales, rebeldes y egoístas de esta generación. Los hombres prudentes saben que su psicoparloteo humanista es contrario a las Escrituras. Aplican la Palabra de Dios, y la vara que demanda, con excelentes resultados, como lo hicieron sus padres con ellos.

Este proverbio se ve plenamente en la religión. Los hombres nobles escudriñan las Escrituras, la única fuente de la verdad absoluta, para probar todas las cosas y confirmar lo que es correcto (Hch 17:11; 1 Ts 5:21). Los necios no pueden soportar la sana doctrina, por eso encuentran maestros que los entretengan con fábulas y mentiras (Jn 8:45; 2 Ti 3:13; 4:3-4; Is 30:9-11; Jer 5:30-31). Solo unos minutos de televisión religiosa o visitar las iglesias de más rápido crecimiento confirmarán esta locura.

Los sacerdotes de Roma engañan a muchos con la locura de que una galleta se convierte en el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesús en la Misa. Los hombres prudentes rechazan a un dios de galleta y entienden que la Cena del Señor es solo un símbolo del cuerpo y la sangre de Cristo. Es el uso del engaño por parte de Roma lo que deja a las naciones católicas entre las más pobres y vulnerables a la superstición.

Las hijas de Roma, luteranas, episcopales, metodistas y presbiterianas, engañan a otros con la locura de rociar agua sobre la cabeza de un bebé para el bautismo. Pero los hombres prudentes entienden que Jesús fue al Bautista y fue sepultado y resucitó de una tumba de agua simbólica. Buscan en las Escrituras eso de salpicar con agua a los bebés y no lo pueden encontrar.

La Sociedad del Vigía engaña a los necios con la locura de negar un infierno eterno. ¡Esas almas engañadas se encontrarán con una sorpresa grande, larga y caliente! Billy Graham y Robert Schuller dijeron la misma mentira: Dios no enviaría a los hombres a un infierno ardiente. Pero los prudentes saben que está establecido que los hombres mueran una sola vez y después de esto el juicio en el lago de fuego. La vida no es una broma, como Comedy Central quiere que creas. ¿O te ha engañado su locura?

¿Entiendes tu camino? ¿Estás engañado con alguna insensatez en tu vida? Puesto que tú mismo no puedes ver tu engaño, ¿cómo encontrarás las mentiras que hay en tu vida? ¡Por las Escrituras! “Aborrezco a los hombres hipócritas; mas amo tu ley” (Sal 119:113). “Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, y aborrecí todo camino de mentira” (Sal 119:128). Tómate el tiempo para protegerte: examina cada elección y circunstancia en tu vida según la Biblia.




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