Proverbios 16:14 (EN)

“La ira del rey es mensajero de muerte; mas el hombre sabio la evitará” (Pr 16:14).

No tienes rey, así que debes imaginar un poco para comprender este proverbio. Cuando los reyes tenían poder absoluto y el castigo era severo, era sabio apaciguar su ira (Ec 8:2-5).

Tienes un gobierno y otras autoridades, y se aplica la misma sabiduría. Cuando un gobernante o una persona en autoridad está enojada contigo, es inteligente apaciguar su ira y acabar con ella.

Considera a Nabucodonosor como el más grande de los reyes (Dn 2:37-38). Si favoreciera tu causa, podría ascenderte y decretar la muerte de tus enemigos (Dn 3:28-30). Si no favoreciera tu causa, podría cortarte en pedazos y convertir tu casa en un muladar (Dn 2:5). Nunca has visto un poder como este. Tal rey es una hermosa visión (Pr 30:29-31).

Con un rey así, aprenderías a vivir con respeto y obediencia. Sabrías que su favor es maravilloso y su ira horrible (Pr 16:15; 19:12). Y hacer enojar a tal rey sería tan tonto como escribir tu propia sentencia de muerte (Pr 20:2; Ro 13:4-5).

Por lo tanto, es sabio tratar con los gobernantes pacificando o apaciguando cualquier ira que tengan contra ti. Entiende esta simple palabra. El Diccionario de la Real Academia Española (RAE) define pacificar: Dicho de lo que está turbado o alterado: sosegarse y aquietarse; calmar la ira, la excitación o la agitación de (una persona); apaciguar.

El Espíritu Santo también usa “pacificar” de esta manera, que es lo que debemos considerar (1 Co 2:13). Todo el mundo sabe cómo un obsequio puede calmar, sosegar, aquietar o apaciguar la ira de una persona (Pr 21:14). Y puedes leer acerca de la ira de los reyes siendo pacificada en Ester 7:10 y Ezequiel 16:63.

El versículo hermano de este proverbio se encuentra en Eclesiastés 10:4, donde Salomón dio el mismo consejo con palabras similares. Él enseña que, incluso si tus ofensas son grandes, puedes apaciguar el espíritu del gobernante permaneciendo en tu lugar de sumisión y rindiéndote a él.

Puedes apaciguar y persuadir a un príncipe, e incluso torcer su voluntad, si reprimes tu ira, le respondes suavemente y lo toleras pacientemente (Pr 15:18; 15:1; 25:15).

Los necios malvados odian la autoridad y luchan contra el gobierno (Pr 17:11; 24:21). Dios maldice a estos miserables ignorantes como perros rabiosos que necesitan ser destruidos (2 P 2:10-12; Jud 1:8-10).

Estimado lector, ¿alguna figura de autoridad en tu vida está ofendida contigo? Pacifícalo hoy.

El Señor Jesucristo es el Rey más grande del universo. Él es el Rey de reyes. Y su ira contra sus enemigos es mayor que la de cualquier rey terrenal. ¿Cuál es la advertencia de la Biblia a esos reyes? Es mejor que lo sirvan y lo aplaquen, no sea que los destruya cuando su ira se encienda aunque sea un poco (Sal 2:12). ¡Lector, adora al Hijo! ¡Y pon tu confianza en Él!







Comentarios

Entradas más populares de este blog

COMENTARIO DE PROVERBIOS

PRUDENTES COMO SERPIENTES Y SENCILLOS COMO PALOMAS

LAS PARÁBOLAS DE SALOMÓN