Proverbios 19:2

“El alma sin ciencia no es buena, Y aquel que se apresura con los pies, peca” (Pr 19:2).

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Dos cosas pueden arruinar tu éxito futuro: la ignorancia y la prisa. Debes comprender lo que estás haciendo antes de hacerlo, lo que significa que primero debes reducir la velocidad para ponderar. Debes saber lo que está sucediendo y lo que podría suceder antes de tomar cualquier decisión.

La ignorancia no es dicha; no es buena. La ignorancia sólo es útil en temas de consciencia (1 Co 10:25-27; Ro 16:19). Sólo en esta área la ignorancia puede ser útil. En todo lo demás, debes tener entendimiento, conocimiento, y debes ser prudente.

La prisa no es una virtud, excepto para obedecer a Dios, escuchar a los demás o terminar bien un trabajo (Sal 119:60; Stg 1:19; Pr 26:14). Solo en tales cosas debes darte prisa. De lo contrario, la prudencia y la sabiduría requieren que reduzcas la velocidad para no cometer un error de juicio o de ejecución.

Tanto la ignorancia como la prisa son condenadas por este proverbio, que las señala como rasgos del necio. Antes de tomar decisiones e iniciar acciones, Salomón demanda estudio y conocimiento cuidadoso. ¡La prisa es desperdicio!

Si los demás te critican o se burlan de ti por ser cauteloso y querer considerar más y mejor un asunto, ignóralos: son necios impulsivos. No hay honor ni virtud en tomar decisiones apresuradas sin una ponderación adecuada. No te dejes intimidar ni presionar para tomar decisiones o iniciar acciones apresuradas.

Los necios no tienen corazón para aprender (Pr 17:16); son impulsivos por naturaleza (Pr 13:16). Apuran las decisiones y las acciones sin conocer los hechos, y la vida los castiga. Los sabios ponderan todo (Pr 14:15); no se apresuran a tomar decisiones (Pr 14:29; 18:13; 25:8). Miran hacia adelante para ver posibles problemas y evitarlos, pero los necios se precipitan hacia el dolor (Pr 22:3; 27:12).

Muchos hombres podrían haberse salvado si se hubieran detenido a considerar las consecuencias de ceder ante una seductora (Pr 7:21-22). Ser tardo para la ira es muy superior a ser impaciente de espíritu (Pr 14:29; Ec 7:9). Es necedad y vergüenza responder antes de comprender completamente el asunto (Pr 18:13). La prisa en las cosas financieras traerá pobreza (Pr 21:5). Entrar en un conflicto apresuradamente a menudo traerá vergüenza al final, cuando tu ignorancia sea expuesta (Pr 25:8).

El Nuevo Testamento también enseña conocimiento y precaución. Pablo condenó la ignorancia, porque los cristianos deben examinar todas las cosas (1 Ts 5:21; Hch 17:11; Fil 1:9-11). Los sabios contemplan un asunto desde todos los ángulos y trazan líneas hacia todas las posibles direcciones (Ef 5:15-17). Es imprudencia tomar decisiones de manera impetuosa y testaruda, aguijoneado por la pasión (2 Ti 3:4). Pablo clasifica no tener entendimiento (no tener ciencia) como un pecado de los réprobos (Ro 10:2).

¿Sopesas los hechos antes de decidir o actuar? ¿Eres cauteloso y lento para tomar decisiones? Evita las reacciones emocionales, las compras precipitadas, los discursos incendiarios, las decisiones impetuosas y las acciones impulsivas porque son el pecado condenado aquí. Dios espera que seas sobrio, tranquilo, circunspecto, cauteloso, prudente y sabio. La advertencia aquí es por tu propio bien.

Esta generación recomienda los matrimonios basados únicamente en la emoción, pero el proverbio exige que también haya conocimiento. ¿Cuántos divorcios y matrimonios disfuncionales podrían haberse evitado conociendo mejor a la otra parte? Cuando a la mera emoción se le suma la prisa, seguirá el pecado y su merecido dolor. Cincuenta años en el infierno marital es mucho tiempo.

Los padres, especialmente los padres, deben supervisar las citas y el cortejo de sus hijos: deben participar activamente en el proceso. Una persona joven y soltera no tiene ni idea sobre el matrimonio, y necesita la sabiduría y la experiencia combinadas de ambos padres para salvarlo de un gran dolor. Lanzarse impacientemente a tal abismo es el colmo de la locura.

Otros toman decisiones de inversión y negocios por un optimismo necio en lugar de una cautela prudente y un consejo sabio (Pr 14:15; 15:22; 22:3). Son castigados por estas decisiones precipitadas. Es preferible la seguridad y el rigor de un trabajo aburrido que lamentarse por el fracaso de la aventura financiera que apuntaba hacia un caldero mágico lleno de oro al final del arcoiris (Pr 12:11; 14:23; 21:5; 28:19,22).

Hoy en día existen más que nunca antes muchos medios para obtener información rápidamente sobre cualquier tema. Mediante búsquedas en Google o un software de estudio bíblico se pueden encontrar fácilmente respuestas a preguntas naturales y espirituales, pero muchos son más necios que sus padres, y no se tomarán el tiempo para examinar las cosas: asumirán que cualquier cosa que encuentren en el laberinto de la Internet es verdad.

También hay más medios para apresurarse hoy que nunca antes. En lugar de los días o semanas que te llevaría hacer una inversión en el pasado, puedes hacerla en menos de media hora a través de la Internet. En lugar de cortejar a alguien en persona, para que a la vez pueda ser conocida por familiares conservadores y amigos confiables, los necios pueden conectarse a través de servicios de citas sin verificar la identidad de quien contactan.

Muchos se unen a las iglesias sin examinarlas con las Escrituras, por pereza o para complacer a amigos o familiares. Los pastores predican cosas que no han estudiado a fondo. Cuando el Señor ve tanta prisa ignorante en Su adoración, ciega a la verdad y envía juicio (Mal 2:1-9; 2 Ts 2:9-12). ¡La prisa necia en la religión es un pecado que trae condenación!

Dios ha revelado la religión verdadera en la Biblia, donde el conocimiento se puede obtener fácil y libremente, por aquellos que escudriñan sus páginas y se someten a sus enseñanzas. Toda doctrina y práctica debe ser escudriñada y comprobada por las escrituras (Hch 17:11; 1 Ts 5:21). ¡No hay razón para estar sin conocimiento o para actuar apresuradamente, excepto en lo que requiere obediencia!

Tu éxito en la vida depende de seguir la sabiduría de este proverbio. ¿Estudiarás y examinarás todas las cosas, reteniendo solo lo que puede ser completamente establecido como verdad? ¿Reducirás la velocidad en una generación demasiado apurada para considerar con seriedad lo que es correcto antes de actuar?

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