Proverbios 2:20
“Así andarás por el camino de los buenos, y seguirás las veredas de los justos” (Pr. 2:20).
Sólo hay dos tipos de hombres: los buenos y los malos. Estos dos grupos viven de manera muy diferente: sus estilos de vida y principios son opuestos entre sí. Los padres nobles aman a sus hijos, por eso les enseñan sabiduría para escoger el camino y las sendas de los justos.
Los hombres buenos y justos viven vidas piadosas de virtud e integridad. Los hombres malos y perversos viven vidas necias de vanidad y engaño. Sólo los hombres sabios ven esta diferencia entre los hombres; sólo los hombres sabios entienden las elecciones que conducen a las vidas nobles y espiritualmente exitosas de los hombres buenos.
Este capítulo tiene dos propósitos: enseñarte cómo obtener sabiduría y entendimiento (Pr. 2:1-9), y enseñarte la gran recompensa que es obtenerlos (Pr. 2:10-22). Cuando el hombre obtiene sabiduría, conocimiento, discreción y entendimiento espirituales (Pr. 2:10-11), será salvo de los hombres y mujeres peligrosos, que andan por caminos y veredas de maldad (Pr. 2:12-19). Es de este estilo de vida malvado, de hombres y mujeres mundanos, que el rey Salomón buscó salvar a su hijo.
Primero explicó la razón negativa para obtener sabiduría: ser salvo de las decisiones y hábitos destructivos de los impíos (Pr. 2:12-19). Luego, con este proverbio, comenzó a explicar la razón positiva para obtener sabiduría: seguir las decisiones y hábitos de los grandes hombres (Pr. 2:20). La protección y la prosperidad de Dios están sólo sobre ellos (Pr. 2:21-22).
La definición de bueno y malo no es por cultura, interpretación o preferencia. El glorioso Creador estableció estas sencillas definiciones en la Biblia. La Biblia define claramente lo que es bueno y aceptable, y lo que es malo y despreciable. No existe un estilo de vida neutral. Estás viviendo una vida buena o mala, y serás recompensado o castigado por ello.
La Biblia no sólo define lo bueno y lo malo; también da ejemplos de hombres buenos y malos. Compara sabios y necios, mujeres virtuosas y odiosas, santos y pecadores. El contraste se ve claramente entre Abel y Caín, Abraham y Lot, David y Saúl, Abigail y Mical, Pedro y Judas, Pablo y Demas. Debes conocer todos estos ejemplos muy bien.
Los hombres buenos pecan, pero no se revuelcan en su pecado. Podrán caer siete veces, pero se levantarán; los impíos caen y se quedan allí (Pr. 24:16). David y Pedro pecaron terriblemente, pero se arrepintieron y mostraron un carácter general muy superior al de otros hombres. Saúl y Judas pecaron gravemente y siguieron pecando. Su camino fue la destrucción final y total.
Este proverbio te da a elegir (Mt. 7:13-14). ¿Escogerás la forma popular de vivir, el camino a la destrucción? La gran mayoría de los hombres vive así, y es fácil, porque puedes hacer lo que quieras. La otra opción es el camino estrecho y angosto que lleva a la vida. Sólo unos pocos viven así, y es duro, porque es la vida de abnegación por Dios, Jesucristo y el cielo. Una cosa es segura: tu tomas una decisión hoy, y cada día.
La sabiduría es la llave que abre la puerta al camino de los buenos y al camino de los justos. Se ofrece liberalmente en las Escrituras, y especialmente en este libro de Proverbios. Si entra en tu corazón y es agradable a tu alma, podrás ver y seguir la vida de los grandes hombres y mujeres que te precedieron, siendo el Señor Jesucristo el mayor ejemplo de todos.
¿Qué vas a hacer? ¿Confiarás en que el mundo te diga cómo debes vivir? ¿O confiarás en la Biblia, que te dice que vivas de manera opuesta a como vive el mundo? Hollywood no sólo es contrario a la Biblia en todo lo que cree y hace, sino que las vidas disfuncionales de sus productores, estrellas y víctimas prueban que es falso y peligroso. Que Dios te bendiga hoy con convicción y celo para elegir vivir a Su manera.
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