Proverbios 3:31
“No envidies al hombre injusto, ni escojas ninguno de sus caminos” (Pr. 3:31).
El pecado parece ayudar a algunos a salir adelante, pero es una ilusión engañosa. No tengas celos de los que parecen prosperar aprovechándose de los demás, porque pronto serán derribados (Pr 3:32-35). No uses ninguno de sus modales o métodos, porque son las herramientas de los necios.
Aquellos que oprimen a otros, los afligen, los dominan o los atormentan, están en problemas con Dios. Tales hombres son perversos, y son una abominación a Dios; tales hombres son malvados, y son malditos por Dios; tales hombres son burladores, y son despreciados por Dios; tales hombres son necios, y Dios los humillará. Bendecirá a los hombres amables y bondadosos (Pr 3:32-35).
Los hombres autoritarios y presuntuosos pueden tener éxito por un tiempo, hasta que Dios y los hombres recuperen lo que robaron con sus formas opresivas. Los hombres necios están impresionados por las tácticas de mano dura y el aparente éxito de estos tiranos. Se engañan pensando que tales métodos son varoniles y eficientes, por la forma en que los fuertes sobreviven y prosperan. Pero Dios inspiró aquí la buena regla: no envidies a tales hombres (Pr 23:17; 24:1,19-20; Sal 37:1,7-9).
Tampoco deberías adoptar sus modales o métodos. No basta despreciar a los hombres injustos; también debes rechazar todos sus hábitos y prácticas. El pecado te engañará justificando algunos de sus caminos, mientras rechazas otros de ellos. Dios y Salomón conocían esta tentación, por lo que también condenaron la elección de cualquiera de los métodos o tácticas de los injustos.
¿Cuáles son los caminos de los injustos? Les encanta negociar duro, pagando menos de lo que deberían, pero cobrando más de lo que corresponde (Pr 11:26; 20:14). Un buen hombre paga un precio correcto y cobra un precio justo, especialmente cuando están involucrados los indefensos o los pobres. En cuanto a la caridad, el injusto descuida al pobre y da un poco de mala gana, pero el justo da con generosidad y es recompensado (Pr 11:24-25; 29:7).
¿Cuáles son los caminos de los injustos? Son duros y severos con los animales, los empleados y con ellos mismos. Pero los hombres nobles y virtuosos son bondadosos y misericordiosos con los tres (Pr 11:17; 12:10; 18:23; 29:21). El injusto habla con dureza, crítica y mucho, hiriendo a sus oyentes, pero el sabio habla con gracia sus pocas palabras, alimenta la sabiduría de los hombres con su discurso, y gana incluso el corazón del rey (Pr 10:21; 12:18; 15:2,28; 17:9; 22:11; Col 4:6).
¿Cuáles son los caminos de los injustos? Crean conflictos, dividen y vencen, buscan ser el número uno y siembran discordia (Pr 6:14,19; 15:18; 16:28; 26:20-22). Pero los hombres piadosos anhelan la paz, trabajan para mantenerla y honran a los demás (Pr 15:1; 19:11; Ef 4:3; Fil 2:1-5). Un injusto camina sobre un Lázaro hambriento que va a su mesa opípara, pero termina en el infierno (Lc 16:19-23). Diótrefes puede expulsar a los hombres de la iglesia, pero pagará (3 Jn 1:9-11).
¿Qué sabiduría puedes aprender? En lugar de envidiar a los injustos del mundo, a quienes Dios aborrece, envidia a los justos, con quienes Dios comparte su secreto (Pr 3:32). Escoge los caminos de los piadosos y gana el favor de Dios y de los hombres (Sal 37:37; 1 Co 4:16; 11:1; Fil 3:17; 4:9). Dios mide el corazón y las acciones de cada hombre. Deja que Él te encuentre ayudando a los demás.
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