Proverbios 3:16
“Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra” (Pr. 3:16).
Una hermosa mujer se te acerca hoy. Te llama (Pr. 1:20-23). Está llena de deseo por ti (Pr. 8:1-4). Ella quiere ser tu compañera de por vida (Pr. 9:1-5). ¿La abrazarás? (Pr. 4:8). Si la amas, ella te amará a ti (Pr 8:17). Es hermosa y te ofrece un banquete en su casa, pero también te ofrece larga vida, riquezas y honor. ¿Cómo puedes resistir tal invitación? (Pr. 3:13-18). Sin embargo, la mayoría la rechaza. ¿Y tú?
Aquí está la personificación de la sabiduría de Salomón: la representación de un concepto abstracto (la sabiduría) como una mujer hermosa. La personificación es una herramienta poderosa del lenguaje, como se puede ver al considerar al Tío Sam, La Estatua de la Libertad, La Madre Naturaleza y El Padre Tiempo. Salomón pintó el cuadro literario de la Señora Sabiduría para su hijo y todos los hombres. La imagen es encantadora, la oferta sincera, y la condición fácil y sencilla. ¿Amarás a esta mujer?
La Señora Sabiduría ofrece tres cosas: larga vida, riquezas, y honor (Pr 22:4). ¿Hay una mejor combinación? Todo hombre desea estas cosas, pero pocos las obtienen. Con estos tres dones, ¿qué más necesitas? Con estos tres regalos, puedes lograr el éxito total. ¿Cómo los obtienes? ¡Abraza a la Señora Sabiduría! ¿Cómo? Ama la sabiduría de los Proverbios y las Escrituras en general.
La largura de días es una vida plena. Es la recompensa de Dios por la obediencia (Pr. 10:2; 11:4; Dt. 4:40; 5:16; 6:2). Salomón relacionó la vida longeva con la sabiduría (Pr. 3:2; 4:10; 9:11; 10:27; 13:14). ¿Cómo puede la sabiduría prolongar tu vida? Puede salvarte de las rameras (Pr. 2:16-18), del juicio de Dios (Pr. 3:4; 26:10), de la venganza (Pr. 6:34), de la enfermedad (Pr. 15:13; 17:22), del verdugo (Pr. 16:14), de un estilo de vida peligroso (Pr. 1:15-19), de accidentes (Pr. 22:3), de una mujer odiosa (Pr. 30:21-23; Ec. 7:26), y de borracheras (Pr. 23:29-35). Si rechazas a la Señora Sabiduría, debes amar la muerte, porque has aumentado tu probabilidad de morir temprano (Pr. 8:36).
Las riquezas son el éxito financiero y profesional. Salomón enseñó excelente sabiduría económica en sus proverbios. Exhorta a la diligencia (Pr. 10:4), a la fidelidad (Pr. 27:18), al ahorro (Pr. 6:6-8), a la generosidad (Pr. 11:24-25), a la planificación profesional (Pr. 24:27) y a la inversión de capital (Pr. 14:4). Advierte contra la deuda (Pr. 22:7), el gasto (Pr. 21:20), el abusar de los pobres (Pr. 28:8), el despilfarro (Pr. 12:27), el riesgo (Pr. 22:3), los pasivos existentes (Pr. 6:1-5), el sueño (Pr. 20:13), los esquemas piramidales para hacerse rico rápidamente (Pr. 14:23; 28:19), el miedo (Pr. 22:13), el acaparar un mercado (Pr. 11:26) y la mala negociación (Pr. 20:14). Si rechazas su consejo, debes amar la pobreza.
El honor es el respeto que los demás le tienen a uno. La sabiduría lleva al honor (Pr. 3:35; 4:8; 8:18). Asegura un buen nombre y el favor de los demás (Pr. 3:4; 22:1). Salomón enseña, entre otras cosas, como reglas para el honor, un espíritu de gracia (Pr. 11:16; 22:11), poner fin a las contiendas (Pr. 20:3), no buscar controversias (Pr. 25:2), la humildad (Pr. 29: 23), usar pocas palabras (Pr. 17:27-28), dar consejos cordiales (Pr. 27:9), manejar los asuntos sabiamente (Pr. 16:20) y casarse con una mujer virtuosa (Pr. 31:23). Si sigues su sabiduría, puedes construir una buena reputación.
Pero hay recompensas aún mejores en el evangelio del Señor Jesucristo. La sabiduría del evangelio conduce a la vida eterna, a las riquezas espirituales y al honor de ser un hijo adoptivo de Dios. ¡Alabado sea el Señor! ¿Cómo estás avanzando hacia estas metas excelsas? Pablo exhortó a los económicamente ricos a renunciar a su dinero para ser espiritualmente ricos (1 Ti. 6:17-19). Moisés rechazó los tesoros de Egipto y escogió, en cambio, el vituperio de Cristo, viendo que en Él había una mejor recompensa (He. 11:24-26).
Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la muerte y a la perdición; la mayoría de los hombres son necios y transitan por ese camino suicida. Estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida y a las bendiciones ilimitadas, pero solo unos pocos eligen transitarlo (Mt. 7:13-14). ¿Estás buscando a la Señora Sabiduría? (Pr. 9:1-12). ¿O a la Mujer Insensata? (Pr. 9:13-18). Abraza a la Señora Sabiduría hoy. Humíllate ante la sabiduría de la preciosa palabra de Dios y di con Pablo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hch. 9:6).
- - - - - - - -
Comentarios
Publicar un comentario