Proverbios 4:22

Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo” (Pr. 4:22).

Las lecciones de sabiduría son cruciales para tu vida. Si las encuentras y las conservas, te traerán prosperidad y éxito. Si las encuentras y las conservas, traerán función y vitalidad a tu existencia. Primero debes someterte a la instrucción de la sabiduría (Pr 4:20), y luego debes retener lo que se te ha enseñado (Pr 4:21).

Has visto vidas tan arruinadas que es fácil pensar que la muerte podría ser un acto de misericordia. Has visto vidas tan disfuncionales y dolorosas que es fácil preguntarse por qué nacieron. Has visto vidas tan afligidas y perturbadas que es fácil describirlas como un infierno en la tierra. La sabiduría salva a los hombres de vidas tan terribles y desperdiciadas. Es vida para aquellos que la encuentran. La sabiduría enseña a una persona cómo vivir con alegría y éxito.

La mayoría de los hombres piensan que la eliminación de leyes y reglas traería felicidad y éxito. Piensan tontamente que la libertad de hacer lo que desean les traería placer. Son tontos ¿Qué creen que evitará que sus vecinos los maten por sus esposas y sus casas? Piensan que las leyes de la Biblia son onerosas y restrictivas, pero es mediante preceptos y estatutos sabios que las personas viven juntas de la manera más feliz, próspera y segura.

La mayoría de los hombres piensan que la eliminación de leyes y reglas traería felicidad y éxito. Tontamente olvidan que llegaron a este mundo totalmente ignorantes y ensuciándose en su propia ropa. Sin la guía divina en forma de mandamientos, no sabrían cómo tratar a los padres, a sus cónyuges, a sus hijos, a los vecinos, a los magistrados y los empleadores. No sabrían cómo hacer que el matrimonio, la familia, los negocios, la iglesia o la sociedad funcionen en absoluto.

Sin el conocimiento o la restricción que proporcionan leyes sabias, la humanidad podría practicar el canibalismo, la brujería, la poliandria, el incesto, el sacrificio de niños, la sodomía, la adoración de insectos, la necrofilia o una multitud de otras abominaciones, como ha sucedido en muchas naciones que no tienen la luz de las leyes de Dios. ¡Gloriosa sabiduría que se enseña en las Escrituras inspiradas de Jehová!

¿Qué hacen estas actividades profanas? ¿Traerán salud y felicidad, riqueza y progreso? ¡De ningún modo! Promueven la guerra, la enfermedad, la muerte, la disfunción, la pobreza, la miseria y la ignorancia. Las naciones que han pasado mucho tiempo sin la Biblia o su influencia son típicamente del tercer mundo. Son increíblemente atrasadas y/o moralmente corruptas. La luz y el progreso son solo por la Palabra de Dios, y las naciones que la siguen son verdaderamente benditas (Pr 8:12-21; Sal 33:12; 144:15).

Moisés le dijo a Israel: “Y les dijo: Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley. Porque no os es cosa vana; es vuestra vida, y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella” (Dt 32:46-47). ¿Lo ves, lector? Las palabras de la ley de Dios son tu vida.

Vivir tu vida sin las palabras de Dios es una locura, como lo demuestra claramente la degeneración moral y la degradación de gran parte del mundo actual. Moisés le dijo a su sucesor, Josué, que podía alcanzar el éxito y la prosperidad recordando, meditando y obedeciendo la ley de Dios (Jos 1:7-8). Jesús vino trayendo aún más luz que Moisés, y prometió vida, y vida más abundante por guardar sus dichos (Jn 1:4,17;10:10).

¿Consideras la Palabra de Dios más valiosa que el oro fino y más dulce que la miel? (Sal 19:11) ¿Por qué no? ¿Consideras sus palabras más necesarias que tu alimento? (Job 23:12)? Deberías. Son vida y salud para el cuerpo y el alma. Descuida sus palabras a tu propio riesgo y dolor. En su lugar, léela y recuérdala, para tu gran placer y provecho.





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