Proverbios 6:18
“El corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal” (Pr 6:18).
Dios está mirando tu corazón y tus pies. ¿Qué tan bien estás gobernando tus pensamientos? Él te hará responsable por ellos en esta vida y en la siguiente. Él odia las imaginaciones y fantasías perversas de tu necio corazón. ¿Qué tan bien estás sujetando y guiando tus pies? Dios odia a los pecadores apresurados e impulsivos que corren de pecado en pecado.
Contrariamente a la opinión popular, el odio es bueno. Dios odia siete pecados y a los pecadores que los cometen, como lo muestra claramente el contexto (Pr 6:16-19). Dios aborrece a los necios obradores de iniquidad (Sal 5:5). Odia y aborrece a los amantes de la violencia (Sal 11:5). Pronto declarará que nunca los conoció, que nunca tuvo ningún afecto por ellos (Mateo 7:23). David también los odió (Sal 139:21-22). Dos de los pecados y pecadores que Dios odia se enumeran en este proverbio. Tú que lees, ¿eres culpable de alguno de ellos?
No puedes esconderte de los ojos de Jehová que todo lo ven (Pr 15:3; Sal 11:4). El Dios Creador ve y pondera todo lo que haces (Pr 5:21; Jer 17:10). A su santa vista, los pensamientos necios son pecado (Pr 24:9; Ez 14:4; Mt 5:28). Él puede dividir entre tu alma y tu espíritu, y todo pensamiento e intención de tu corazón está desnudo ante Él (He 4:12-14). Él ve adónde vas y lo que haces, sin importar cuán bien te escondas de los demás (Job 34:21; Sal 139:1-6).
¿Qué es un corazón que maquina pensamientos perversos (inicuos)? Es un corazón que forma pensamientos pecaminosos a partir de afectos y emociones lujuriosas. Dios describió la generación de Noé con tales palabras (Gn 6:5). ¿Permites que los deseos de tu corazón formen ideas y pensamientos pecaminosos? Así es como comienza el pecado (Stg 1:13-16). Debes guardar y gobernar tu corazón (Pr 4:23).
¿Tienes fantasías sexuales? (Pr 6:25; Job 31:1) ¿Piensas mal acerca de los demás? (1 Ti 6:3-5) ¿Guardas rencor? (Lv 19:18; Mt 18:35) ¿Estás orgulloso(a) de ti mismo(a)? (Col 2:18) ¿Envidias las ventajas de los demás? (Stg 3:14-16) ¿Odias a alguien en tu corazón? (Lv 19:17) ¿Maldices a los que están sobre ti en voz baja? (Ec 10:20)
¿Qué son los pies presurosos para correr al mal? Describen a una persona impulsada a cometer pecado (Pr 1:16). Tiene un deseo codicioso por pecar; porque no sólo le falta conciencia y moderación, sino que también codicia lascivamente el pecado (Ef 4:19). La venganza le parece dulce, así que corre para vengarse. A menudo está en problemas, ya que rápidamente va de pecado en pecado.
Si tienes mal genio, es tu deber gobernarlo, o tu ira rápidamente ofenderá a Dios. (Pr 14:29; 16:32; Stg 1:19-21) Aléjate de las personas iracundas, porque te llevarán al pecado (Pr 22:24-25; 29:22). ¿Eres cauteloso y lento en tus tratos, o te precipitas impetuosamente? (Pr 19:2,11; 22:3) ¡Si pecaste en el pasado, entonces vuélvete, huye y aléjate hoy de tu pecado!
Los ojos de Jehová que todo lo ven están buscando personas fieles, porque Él desplegará su poder para bendecirlas (2 Cr 16:9; Sal 34:11-16). Guarda tu corazón con toda diligencia, porque de él mana la vida (Pr 4:23). Ama al Dios verdadero con todo tu corazón (Dt 6: 4-5). Mantén tus pies en el camino del entendimiento (Pr 21:19). No te acerques a la mujer extraña (Pr 5:8). Evita la puerta ancha y el camino espacioso que llevan a la perdición (Mt 7:13).
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