Proverbios 6:30

No tienen en poco al ladrón si hurta para saciar su apetito cuando tiene hambre” (Pr 6:30).

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Algunos pecados son comprensibles, aunque no pueden ser ignorados. El adulterio no es uno de ellos. Algunos pecados tienen factores que ayudan a explicarlos, pero no hay excusa para el adulterio.

Un hombre hambriento que roba comida para sobrevivir no ha cometido un crimen despreciable, aunque debe pagar por su robo (Pr 6:31). Pero el adulterio es un crimen atroz, que no se puede explicar ni aceptar. No hay circunstancias atenuantes o factores que lo justifiquen en absoluto. Independientemente de las excusas ofrecidas, el adulterio no se puede defender de ninguna manera.

Este proverbio trata sobre el adulterio, porque Salomón lo comparó con robar para ayudar a su hijo a comprender cuán despreciable es el pecado en realidad. Aunque se mostrará alguna misericordia hacia un hombre que roba para obtener alimento necesario, no se muestra tal misericordia hacia el hombre o hacia la mujer que viola el pacto matrimonial y un cónyuge para tener intimidad sexual con otra persona.

Salomón y su mujer, grandes padres, advirtieron a su hijo sobre las prostitutas y el adulterio (Pr 6:20-35). Argumentan para demostrar la naturaleza atroz de este pecado, que lo hace diferente a otros pecados (Pr 6:29-33; Job 31:9-12). El adulterio es una ruptura tan profunda y severa del matrimonio que los hombres en esa situación no tienen piedad del adúltero (Pr 6:33-34).

Salomón comparó robar comida para comer, con robar la mujer de un hombre para el placer íntimo. No hay comparación. El hambre es un impulso poderoso, y la comida es necesaria para vivir. Los hombres pueden entender si un ladrón roba comida para satisfacer su hambre. Pero a pesar de que entienden su necesidad, aún requerirán que haga una restitución completa (Pr 6:31). Por supuesto, esto era cuando se hacía cumplir la justicia de Dios, no como sucede hoy en esta generación afeminada.

Las circunstancias excusan parcialmente algunos pecados, como robar comida para sobrevivir (Pr 30:7-9). Todavía viola el octavo mandamiento, por lo que es un crimen que merece castigo. El hombre hambriento debería mendigar, pedir prestado o recoger, en lugar de tomar la propiedad de su prójimo. Debería vender activos para obtener alimentos. Si en vez prefería robar, tenía que enfrentarse a la justicia y pagar siete veces el valor de lo robado, aunque la sentencia lo arruinara económicamente (Pr 6:31).

Si robar comida para no morir de hambre se castigaba tan severamente en tiempos bíblicos, aunque los hombres lo consideraren algo comprensible, ¿cuán severo debe ser el castigo por el adulterio, que es atroz y no se puede explicar ni justificar en absoluto? ¡El argumento es poderoso! Salomón le enseñó a su hijo que el adulterio es un pecado terrible que no puede ser cubierto, perdonado o aceptado (Pr 6:26-35). Mantente alejado de él, no sea que profanes tu alma y tu reputación de forma permanente.

¿Qué describe Hollywood? Muestra que el adulterio es una parte glamorosa de la vida, todos lo practican y su placer supera con creces el amor conyugal. ¿Qué dicen los tribunales? Dicen que ya no es delito, aunque perviertas la naturaleza y utilices al cónyuge de tu mismo sexo. ¿Qué dicen los psicólogos? Dicen que puede mejorar el matrimonio y provocar un renacimiento romántico.

Pero, ¿qué dice el Señor Jehová en la Biblia? Esto es todo lo que importa, porque solo Su voluntad y Su palabra son la verdad absoluta sobre este o cualquier tema (Sal 119:128). Él dice que es una ofensa capital digna de muerte por lapidación (Lv 20:10; Dt 22:22-24). Si los tribunales civiles no lo juzgan, entonces Dios mismo juzgará a los adúlteros y a las adúlteras (Ez 23:45-47).

Si tus amigos cometen adulterio o tienen sexo casual, Dios te juzgará por tener tales amigos (Sal 50:16-22). Si permites el entretenimiento con música o películas que exaltan, justifican o ven a la ligera el sexo casual o el adulterio, Dios te juzgará (Ro 1:32). Tienes que ser como David y sacar a toda esa gente y entretenimiento de tu vida (Sal 101:3).

¿A qué tipo de iglesia asistes? ¿Se predica en contra del sexo casual con dureza y frecuencia? ¿Se predica contra tales amigos? ¿Se predica en contra de tal entretenimiento? ¿Se predica en contra del divorcio fácil? Si no, necesitas una nueva iglesia. La verdadera religión del Señor Jesús condena fuertemente el adulterio en todas estas formas (Mt 5:27-32; Gl 5:19-21; 1 Ts 4:3-8; He 13:4).

No habrá adúlteros en el cielo, excepto aquellos salvados por la muerte justificadora de Jesucristo (Ap 21:8; 1 Co 6:9-11). Por la muerte sustitutiva de este Hombre perfecto como el Segundo Adán, Él salvará a todo Su pueblo de sus pecados, incluso el sexo casual y el adulterio (2 S 12:13; Jn 8:1-11; Ro 5:19). ¡Invócalo hoy!

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