Proverbios 7:20

“La bolsa de dinero llevó en su mano; El día señalado volverá a su casa” (Pr 7:20).

¿Puedes cometer adulterio y no ser atrapado? ¡Los tontos creen que pueden! Estas son las palabras de una adúltera que seduce a su víctima para que baje la guardia y tenga relaciones sexuales con ella. Sus palabras son parte de la larga parábola de Salomón sobre la seducción de un joven (Pr 7:6-23). Sabía que tenía que enseñarle a su hijo la locura de pensar que podía salirse con la suya con los pecados sexuales.

Las adúlteras temen a los maridos enojados. Los adúlteros también temen a los maridos enojados. Así que la ramera en la parábola de Salomón prometió al joven seguridad total al entrar en su casa y en su cama (Pr 7:18-21). Su marido se había ido en un viaje de negocios lejano y, dado que tenía una gran cuenta de gastos, seguramente no regresaría a casa antes de lo esperado. ¡Que mentira! El Señor cuida a los maridos, porque Él hizo a la mujer para él (Nm 5:11-31).

¡Pero Dios ha hablado! “Ten por seguro que tu pecado te alcanzará” (Nm 32:23). No puedes ir lo suficientemente lejos; no puedes hacerlo lo suficientemente oscuro; no puedes disfrazarte lo suficientemente bien; no se puede mentir lo suficientemente convincente. Si violas la ley de Dios, sufrirás por ello. ¡Garantizado! Si los hombres no descubren directamente tu pecado, Dios mismo es plenamente consciente de él, y juzgará en consecuencia, exponiéndolo a todos o castigándote directamente.

No dejes que otros te engañen diciéndote que no te atraparán. Y no te mientas a ti mismo acerca de que no te atraparán. “Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos” (Pr 15:3). Y Él toma nota particular de los pecados sexuales. “Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y él considera todas sus veredas” (Pr 5:21). Mujer casada descontenta, acuérdate que Jehová es el Dios de la prueba de los celos para las mujeres casadas descontentas (Nm 5:11-31).

Rubén estaba seguro de que podría colarse en una cita con la mujer de su padre (Gn 35:22; 49:4). Judá pensó que podría visitar a una prostituta en el campo y salirse con la suya (Gn 38:12-26). Sansón estaba seguro de que podría fornicar con prostitutas filisteas y sobrevivir. David estaba seguro de que había encubierto su adulterio, pero estaba expuesto a Dios e Israel (2 S 12:7).

¡Tonto! ¿Puedes echar un vistazo a la pornografía en Internet y creer que no lo saben? No, no puedes. En el momento en que pruebas el fruto prohibido, tu conciencia te atrapa, el Espíritu se entristece y se apaga, y te endureces por el engaño del pecado para despreciar las advertencias y seguir adelante con el pecado (Jn 8:9; Efs 4:30; 1 Ts 5:19; He 3:12-13). Tomarás más altura, y entonces tus lujurias te corromperán y te engañarán y comenzarán a perturbar tu vida.

Tu mujer no será tan atractiva como ayer. Te sentirás frustrado por espiar sin cumplimiento. La palabra de Dios será aburrida y cerrada para ti. Su adoración se convertirá en una carga. Tu mente jugará con las imágenes y deseará volver a verlas. Te escabullirás como un ladrón por otra altura. ¿Y llamas a esto salirte con la tuya?

Incapaz de resistir la tentación, repites el pecado. En breve necesitas más imágenes gráficas. La frustración aumenta. Tu mujer ya no es deseable en absoluto. Tu capacidad de desempeño comienza a decaer. Estás profundamente descarriado, y las cosas espirituales no tienen ningún interés para ti. Estás atrapado en una espiral descendente de pecado sexual y destrucción del alma (Pr 5:22-23).

El Destructor le susurra a tu tonta alma que te estás saliendo con la tuya mirando mujeres desnudas, ¡solo porque nadie te ha atrapado con las manos en la masa! ¡Qué locura! ¡Que mentira! ¡Estás totalmente atrapado! ¡Eres un esclavo! ¡Y no hay quien te libre! Eres un extraño a Dios, a tu mujer y a tu propio hombre nuevo. Eres un muerto viviente. Este es el mejor de los casos, porque la evidencia indica que no tienes un hombre nuevo.

¡Tonto! ¿Puedes ver un romance de infieles en la televisión con tu familia y salirte con la tuya? ¡De ninguna manera! La combinación de hermosas modelos, decorados costosos, relaciones sexuales fingidas, bandas sonoras emocionales, iluminación especial, primeros planos en cámara lenta y numerosas tomas nuevas funcionan poderosamente para cautivar a las mentes abiertas que buscan un poco de relajación.

Encenderás un fuego en el corazón de tus hijos y en tu propio corazón por algo que no existe: la felicidad con otra persona sin que Dios y Cristo sean los primeros en cada vida. Pondrás en marcha el anhelo por el romance de Hollywood que frustrará tu matrimonio y provocará que tus hijos te desafíen y busquen el amor entre los paganos del mundo.

No escuches a ninguna persona o sentimiento que te lleve a pensar que puedes salirte con la tuya en el pecado, especialmente en el pecado sexual. Cualquier persona que haga la sugerencia es un malvado cómplice de tu destrucción, y tales sentimientos en tu corazón son tentaciones del mismo diablo. Piensa más bien en la regla del cielo: “Ten por seguro que tu pecado te alcanzará” (Nm 32:23) 

Si eres creyente en Cristo el Señor, eres Su mujer (2 Co 11:1-2). El marido se ha ido en un viaje largo, pero viene de nuevo (Mr 13:34). Es un Marido extremadamente celoso (Ex 34:14). Él considera que incluso la amistad con el mundo es adulterio espiritual (Stg 4:4). Él considera que una virgen de mente carnal no es digna de Él (Mt 25:1-13). ¿Estás velando, esperando y aguardando Su venida con ansiosa anticipación? (Tit 2:13-14)