Proverbios 8:16
“Por mí dominan los príncipes, Y todos los gobernadores juzgan la tierra” (Pr 8:16).
He aquí una lección en ciencia política. Los príncipes, los nobles y los jueces necesitan sabiduría para desempeñar bien sus funciones. Un proverbio muy similar precede a este, que muestra por repetición el énfasis de Dios en la importancia de la sabiduría para los gobernantes (Pr 8:15). Las lecciones prácticas son estas: los gobernantes con sabiduría serán buenos gobernantes, y los que no la tengan no lo serán; y si la sabiduría sirve tan bien al trono, entonces la sabiduría es algo que vale la pena obtener.
¿A quién representa la primera persona, caso objetivo, pronombre personal, “por mí”? Siempre que leas el octavo capítulo de Proverbios, recuerda que todo el capítulo es una personificación de la sabiduría como una mujer, la Señora Sabiduría (Pr 8:1-3). Salomón usó esta forma literaria al hacer que la sabiduría fuera lo más deseable y personal posible, por la inspiración del Espíritu Santo. Se ha hecho lo mismo con la Estatua de la Libertad, el Tío Sam y la Madre Naturaleza.
El proverbio es instructivo y práctico, no histórico ni literal. No todos los príncipes, nobles y jueces son sabios. De hecho, muchos no lo son. Algunas decisiones ejecutivas, legislativas y judiciales son tontas, incluso contrarias al sentido común más elemental. La lección instructiva es que los grandes gobernantes usan la sabiduría para hacer bien su trabajo. Las lecciones prácticas se establecieron anteriormente: debes estimar la sabiduría y obtenerla, porque es preciosa y la necesitas.
Todos los cargos civiles requieren sabiduría, palabra que ni siquiera se entiende hoy. Jetro aconsejó a Moisés: “Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez” (Éx 18:21). Josafat mandó a los levitas y a los principales gobernantes en su toma de posesión, diciendo: “Procederéis asimismo con temor de Jehová, con verdad, y con corazón íntegro” (2 Cr 19:9).
¿Qué es la sabiduría? En pocas palabras, es el poder del juicio correcto. La sabiduría son las elecciones y decisiones que equilibran la misericordia y la verdad, benefician a toda la nación y son perfectamente justas a los ojos de Dios. ¿De dónde viene? ¡Del temor del Señor! (Pr 1:7; 9:10; Job 28:28; Sal 111:10) ¿Cómo se aplica el temor del Señor a los procesos políticos de una nación? ¡Obedeciendo las Escrituras inspiradas y preservadas del Dios del cielo! (Dt 17:18-20; Sal 19:7; 119:23,98-100,128,161; Is 8:20; 2 Ti 3:16-17)
¿Significa esto que solo los gobernantes cristianos que siguen la Biblia pueden ser verdaderamente grandes y nobles? ¡Absolutamente! Es el temor de Dios y la palabra de Dios lo que hace grandes a los gobernantes y a las naciones. En la medida en que la palabra de Dios se promueva, predique y obedezca en una nación, será el grado en que esta nación sea grande en términos de libertad, justicia, moralidad y paz. David, uno de los reyes más grandes y nobles, escribió: “Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová” (Sal 33:12). Las naciones que rechacen a Dios serán destruidas en el infierno (Sal 9:17).
Esto es lo que Moisés declaró acerca de una pequeña parte del Antiguo Testamento:
“Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?” (Dt 4:5-8).
¿Todos los príncipes, nobles y jueces son sabios? Difícilmente. Dios le dijo al rey Nabucodonosor, el monarca más grande de la historia, que Él a menudo pone al más bajo de los hombres en cargos civiles (Dn 4:17). Mientras que ellos y sus oficios deben ser honrados, como ordenados por Dios, sin embargo, hay pocos honorables entre ellos (Ro 13:1-7). Considera el mayor crimen de la historia: el juicio corrupto y la crucifixión de Jesús de Nazaret. Fue arreglado, aprobado y ejecutado por una combinación de líderes religiosos judíos y dos dignatarios romanos, Pilato y Herodes.
Cuando una nación rechaza a Dios, como lo ha hecho Estados Unidos hoy, Él se lleva a todos sus grandes hombres, por lo que se quedan con niños y mujeres oprimiéndolos hasta el desastre (Is 3:1-5,12). Cuando una nación ve desaparecer a sus valientes, a sus hombres de guerra, a sus grandes jueces, a sus hombres prudentes, a sus hombres honrados, a sus consejeros, a sus hábiles artesanos y a sus elocuentes oradores, Dios está obrando. Ver un debate presidencial debería ser todo lo que necesitas para saber que esto es así. A menos y hasta que Estados Unidos se arrepienta y regrese a Dios, ¡seguirá descendiendo!
¿Cuál es el propósito de Proverbios 8? ¡Exaltar la sabiduría por su gran servicio a Dios y a los hombres para incitarlos a abrazarla con todo el corazón y fuerzas! (Pr 8:1-11,32-36) En este proverbio en particular, la sabiduría es exaltada por su utilidad para los grandes y nobles gobernantes. Para que los gobernantes sean gloriosos y desempeñen sus deberes con benevolencia, justicia y prudencia, necesitan sabiduría. Este alto valor y utilidad deberían motivar tu deseo por ella.
Si la sabiduría es necesaria para que los reyes, los príncipes, los nobles y los jueces gobiernen bien, ¿cuánto esfuerzo deberías hacer tú mismo para conseguirla? Si la sabiduría es tan grande, debería ser la meta principal de tu vida (Pr 4:7; 18:1). ¿Dónde la encuentras? ¡En el temor de Dios y la obediencia a las escrituras inspiradas y preservadas de Dios! ¿Es esto la gran prioridad de tu vida? Si amas la sabiduría y la buscas con diligencia, la encontrarás fácilmente (Pr 8:17). ¡Empieza hoy!
Sólo hay un Rey, Príncipe y Juez verdaderamente sabio – Jesucristo – Él es el bendito y único Potentado, Rey de reyes y Señor de señores (1 Ti 6:13-16). Él viene pronto para juzgar la tierra, corregir todos los males, corregir todos los errores, acabar con todas las mentiras, castigar a todos los malhechores y recompensar a los justos con la vida eterna. Actualmente se sienta a la diestra de Dios y rige las naciones con vara de hierro, quebrándolas como a vasos de alfarero, como lo muestra claramente cualquier mapa político y el aumento en la inmigración entre los pueblos (Sal 2:1-12; Ap 2:26-27; Ap 12:5; Ap 19:11-16). ¡Bienaventurados todos los que en él confían!
- - - - - - -
Comentarios
Publicar un comentario