Proverbios 8:24

“Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas” (Pr 8:24).

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En el principio, no había agua, ni océanos, ni mares, ni lagos ni estanques. Fue antes de que Dios creara el cielo y la tierra (Gn 1:1-2). Ningún hombre ha visto nunca tal universo, y el único registro que tenemos de él es la revelación escrita de Dios en la Biblia. Pero aun cuando no había agua, antes de que Dios creara el cielo y la tierra, ya existía la sabiduría.

Este proverbio es parte de la personificación de la sabiduría de Salomón como mujer. Los pronombres personales femeninos a lo largo del octavo capítulo de Proverbios hacen referencia a la Señora Sabiduría, ya que Salomón describe a la sabiduría en términos elevados y hermosos. Se ofrece a sí misma a los hombres (Pr 8:1-11), enumera sus recompensas a los hombres (Pr 8:12-21), describe su origen con Dios antes de toda creación (Pr 8:22-31) y cierra con un nuevo llamamiento e invitación a los hombres (Pr 8: 32-36).

El Señor Jehová creó todas las aguas (Gn 1:1-8). La Palabra de Dios lo presenta a menudo como el Creador de los cielos, la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay (Ex 20:11; Sal 146:6; Jon 1:9; Hch 4:24; 14:15; Ap 10:6; 14:7). Él es el Gobernante de los mares y los usa para cumplir Sus santos propósitos (Sal 77:19; Is 43:16; Am 5:8; 9:6; Jon 1:4).

¿Sientes la presión en tus oídos en la parte más profunda de una piscina, a más de 3 metros de la superficie? ¿Has probado el buceo y has sentido la presión a más de 30 metros de profundidad? Los submarinos de la Segunda Guerra Mundial no pudieron sobrevivir a más de 200 metros. Los submarinos nucleares modernos no están hechos para operar por debajo de los 600 metros de profundidad. Cada 10 metros de profundidad se ejerce otra atmósfera de presión sobre el casco, otros 1013,25 milibares por pulgada cuadrada de presión atmosférica. Sin embargo, la Fosa de las Marianas en el Pacífico tiene más de 10.000 metros de profundidad. ¡Mil seiscientos kilómetros más profunda que la cumbre del Monte Everest! La presión atmosférica por pulgada cuadrada es de 8 toneladas. Sin embargo, hay criaturas vivientes que se mueven allí abajo. Jehová es el nombre de su creador (Am 5:8; 9:6).

Considera el tsunami asiático de 2004. Un terremoto submarino de magnitud 9.0 en el Océano Índico envió una marejada de 1 metro de altura que se desplazó en todas direcciones a 1.000 kilómetros por hora. Cuando llegó a la costa, disminuyó la velocidad a aproximadamente 56 kph, pero creció en altura hasta 15 metros. ¡Un muro de agua! Mató en lugares tan lejanos como Port Elizabeth en Sudáfrica, a más de 8.000 kilómetros del epicentro. Más de 225.000 personas perdieron la vida y 2.000.000 quedaron sin hogar.

Los mares se consideran tan primitivos y antiguos como cualquier cosa en la tierra. Incluso los evolucionistas alucinan sobre el limo primordial que se unió en las profundidades oscuras hace eones para hacer mariposas, elefantes, colibríes y sus antepasados babuinos. ¡Son tontos ciegos! Si bien los mares son antiguos, solo tienen 6.000 años según la cronología de la Biblia.

¿Cuál es la lección de este proverbio? Aunque los hombres consideran que los mares son muy antiguos, ha habido algo antes que ellos. Antes de que existiera el agua, existió la sabiduría. Antes de que existieran los mares abisales, el Dios creador poseía sabiduría. Si la sabiduría, la capacidad de juicio correcto, es más antigua que los mares y las fuentes de la tierra, debes buscarla con todas tus fuerzas. Acude a la palabra de Dios y a sus maestros y aprende la única sabiduría verdadera para guiar tu vida.

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