Proverbios 8:30

“Con él estaba yo ordenándolo todo, Y era su delicia de día en día, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo” (Pr 8:30).

El Señor, Jehová de la Biblia, ha tenido sabiduría infinita por siempre. No hay, y nunca hubo, ningún límite para Su entendimiento. Algunos llaman omnisciencia a Su infinita sabiduría, pero es mucho más que el conocimiento de todas las cosas. Es la comprensión perfecta de cualquier situación y la respuesta perfecta a ella. La Señora Sabiduría, personificando a la sabiduría en este capítulo, siempre estuvo con Dios, porque Él siempre ha sido el único Dios sabio (1 Ti 1:17; Jud 1:25).

Hay cuatro pronombres en el proverbio, que representan a dos personas, una masculina y una femenina. Primero, el Señor está representado por “él”, “su” y “él”. Puedes ver esto fácilmente en el contexto anterior, que habla de que el Señor posee sabiduría desde el principio (Pr 8:22) hasta usar sabiduría para decretar límites para el mar (Pr 8:29).

Luego puedes ver a la Señora Sabiduría, que es la personificación de la sabiduría de Salomón, a quien se hace referencia a lo largo de este capítulo con pronombres femeninos. En este proverbio, la sabiduría se identifica con “yo”. Para obtener ayuda con esta personificación femenina, fíjate en “ella” en Proverbios 8:1, “ella” en Proverbios 8:2, “ella” en Proverbios 8:3, y hasta “yo” dos veces en Proverbios 8:36.

Dios inspiró a Salomón, como un método para enseñar sabiduría, a personificar la sabiduría como una mujer, a quien debes escuchar y seguir en lugar de escuchar y seguir a una mujer extraña o la Locura misma. Salomón usó con frecuencia esta forma de hablar (Pr 1:20-33; 2:4; 3:15-18; 4:5-13; 8:1-36; 9:1-5). Debes elegir a qué mujer seguirás y de cuál te harás amigo. Las consecuencias de tu elección son drásticas, ya sea para bendición o juicio.

Este proverbio a menudo se pervierte para enseñar que Jesús es un Dios engendrado, un Dios secundario generado por el Padre. Los herejes se infiltraron en la iglesia 150 años después de los apóstoles y enseñaron que la deidad de Jesucristo se derivaba de Su Padre. Enseñaron que Jehová engendró un Hijo en la eternidad mediante un proceso misterioso de generación eterna. Puedes leer esta blasfemia en Juan 1:18 de la NASV. Los Testigos de Jehová, herejes blasfemos ellos mismos, aman tal doctrina diabólica, porque Jesús es un dios subordinado a ellos.

Jesús no es un Dios engendrado en absoluto. Jesús es el Dios fuerte (Is 9:6). Jesús es Jehová, la plenitud de la Deidad en un cuerpo (Col 2:9). Jesús es YO SOY EL QUE SOY. Jesús es el Padre Eterno (Is 9:6). Jesús es la Palabra de Dios hecha carne (Jn 1:1,14). Jehová nunca engendró un dios o un hijo en Su naturaleza divina. Jehová tuvo un Hijo llamado Jesús, cuando produjo la concepción de María; es este nacimiento milagroso lo que hace a Jesús el Hijo de Dios (Lc 1:35). Sólo después de este nacimiento, esta encarnación de la deidad en la humanidad, Dios tuvo un Hijo (Juan 1:14,18). Este es el gran misterio de la piedad (1 Ti 3:16). ¡Créelo!

El mensaje más importante del Nuevo Testamento es que Jesús de Nazaret es el Hijo de Dios, y es esta doctrina precisa la que debes creer y defender. Una deidad derivada, engendrada, generada o de otro modo inferior desde la eternidad no es el Hijo de Dios. La naturaleza divina de Jesús fue y es indivisa, no engendrada, no originada y no generada. Él fue y es la Palabra de Dios, sin origen, engendramiento, generación o cualquier otra idea humana (Jn 1:1). Él es Jehová. Jesús no es un Hijo eterno. Él es el Dios eterno. Se convirtió en el Hijo de Dios por Su encarnación gloriosa en el vientre de María (Lc 1:35; Gl 4:4).

Estos herejes rechazan ignorantemente la personificación de la sabiduría en este capítulo. ¡El proverbio no habla de que Dios tenga un niño jugando con Él en la eternidad! La Señora Sabiduría habla, y figurativamente se describe a sí misma como siempre habiendo estado con el Señor del cielo y la tierra. Lee Proverbios 8:22 de nuevo. Aquí está: “Jehová me poseía en el principio, Ya de antiguo, antes de sus obras”. Dios siempre ha tenido sabiduría.

Si este proverbio describe la naturaleza divina de Jesús en la eternidad, como dicen algunos falsos maestros, entonces la naturaleza divina de Jesús es femenina, ¡porque los pronombres son femeninos! La sabiduría es una mujer por personificación en este capítulo y en los otros lugares donde Salomón usó la figura. Si se refiere a Jesús aquí, entonces Él era solo un espectador femenino en la creación (Pr 8:27).

¡Basta de su herejía! ¿Qué puedes aprender provechoso para tu alma? El glorioso e infinito Dios se deleita en la sabiduría, y siempre se ha deleitado en la sabiduría, y siempre ha usado la sabiduría, que es el poder de juzgar correctamente en cualquier situación. De Su santo ejemplo, debes buscar y regocijarte en la sabiduría tanto como Él lo hace.

La Señora Sabiduría se regocijó al ver creados a los hombres y se deleita en servirlos (Pr 8:31). Oírla, velar por ella y guardar sus caminos traerá bendición (Pr 8:32,34). Si buscas la sabiduría, encontrarás la vida y obtendrás el favor del Dios de la gloria (Pr 8:35).

Querido lector, ¿qué has hecho hoy para oír la sabiduría, velar por ella y guardar sus caminos? ¿Te deleitas en conocerla? La vida, la bendición y el favor de Dios están esperando. ¿Qué es más importante para ti que estas cosas maravillosas? Si la sabiduría es lo suficientemente importante para deleitar al gran Dios del cielo y la tierra, es lo suficientemente importante para ti.

Todos los tesoros de la sabiduría se encuentran en el Señor Jesucristo (Col 2:3). Aunque el proverbio no lo enseña, después de la encarnación de Jesucristo en el seno de María, Dios Padre se deleitó mucho en su Hijo unigénito, Jesucristo hombre (Is 42:1). Lo declaró públicamente en Su bautismo y en Su transfiguración (Mt 3:17; 17:5). ¿Te deleitas en el Hijo de Dios? Incluso los ángeles se deleitaron en Él, y tú deberías hacerlo más.