PRUDENTES COMO SERPIENTES Y SENCILLOS COMO PALOMAS
Al enviar a los Doce, el Señor Jesús les dijo: “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” (Mt. 10:16). La NIV dice, “astutos como serpientes e inocentes como palomas”. Esta última es una traducción desafortunada. La astucia es un defecto del pusilánime; y nadie, ni siquiera los redimidos, somos inocentes. Prudentes y sencillos son palabras que tienen una connotación positiva tanto en la Biblia como en el uso común, y deben preferirse a la elección de las versiones contemporáneas.
El Señor estaba usando símiles (figuras retóricas que comparan dos cosas diferentes) para instruir a sus discípulos sobre cómo comportarse en su ministerio. Justo antes de decirles que fuesen prudentes como serpientes y sencillos como palomas, les advierte que están siendo enviados “como ovejas en medio de lobos”.
El mundo es hostil a los creyentes; no incidentalmente hostil, sino deliberadamente hostil. Los lobos son intencionalmente malignos en cuanto al daño que infligen a las ovejas. En tal ambiente, la pregunta es: “¿Cómo podemos sembrar la semilla del reino de Dios de manera efectiva sin volvernos depredadores nosotros mismos?” El Señor enseñó a sus discípulos que, para ser como Cristo en un mundo sin Dios, debemos combinar la sabiduría de la serpiente con la sencillez de la paloma.
Al usar estos símiles, el Señor Jesús evoca la visión proverbial común de las serpientes y las palomas. En su aspecto negativo, la serpiente fue “sutil”, “astuta”, “sinuosa” (Gn 3:1). La paloma, por otro lado, se considera pacífica e inofensiva: la paloma está entre los “animales limpios” en la Biblia y era apta para los sacrificios (Lv. 14:22). Hasta el día de hoy, la paloma se utiliza como símbolo de paz, y las serpientes se consideran sumamente peligrosas: letales en la mayoría de los casos.
A los creyentes no les importa que se les compare con la pureza y sencillez de una paloma. Pero objetan la imagen de una serpiente, sin importar el contexto. No pueden ver a la serpiente con buenos ojos, incluso cuando el Señor la usa como una herramienta de enseñanza. Pero no debemos exagerar el símil. No podemos vincular las malas acciones de Satanás (sutil, astuto. sinuoso, como la serpiente espiritual) con la serpiente misma (un animal). Los animales no son entidades morales, como los ángeles y los humanos. La criatura misma no puede cometer pecado, y la prudencia es una ventaja en su medio ambiente hostil, no un defecto. Esta es la cualidad que el Señor les dijo a sus discípulos que imitaran.
El símil de la serpiente se encuentra en la enseñanza del Maestro sin presentar ninguno de los aspectos negativos asociados con Satanás. Es un entendimiento básico en el uso del lenguaje que, cuando un hablante crea un símil, no necesariamente está invocando todo el potencial de las palabras que ha elegido, ni está evocando toda la historia y el tenor del vehículo lingüístico. Más bien, el hablante está definiendo una nueva relación entre dos cosas. Una mirada rápida a Mateo 10:16 muestra que el Señor Jesús estaba resaltando sólo los aspectos positivos de la serpiente. No hay indicios de que Él descargue toda la culpa edénica sobre el animal. Él simplemente les dice a sus discípulos que sean sabios, o prudentes, como lo es la serpiente en un medio ambiente que le es hostil.
Cuando el Maestro les dice a los Doce que sean prudentes como serpientes y sencillos como palomas, estableció un principio general sobre la técnica del trabajo del reino de los cielos. A medida que llevamos el evangelio a un mundo hostil hacia el evangelio, debemos probar a los que dicen ser creyentes, apartarnos de los falsos hermanos, evitar las trampas y las tentaciones. A la vez, debemos servir al Señor con humildad, sin ostentación de ninguna clase, con limpia consciencia. El Señor no está sugiriendo que nos rebajemos al engaño, a la astucia (que es algo negativo) sino que debemos imitar algo de la famosa prudencia de la serpiente de una manera positiva. La sabiduría o prudencia no es igual a la deshonestidad, y la sencillez no es igual a la ingenuidad.
Consideremos el ejemplo del Señor mismo. Él es conocido como un hombre manso. De hecho, la Escritura testifica que Él ni siquiera apagaría el pabilo que humea (Mt. 12:20). Pero, ¿fue Él siempre (y sólo) amable? No. Cuando la ocasión lo requirió, tomó el látigo en la mano y echó a los cambistas fuera del templo (Jn. 2:15). Esta acción extraordinariamente rara del Señor Jesús, vista a la luz de su comportamiento habitual, demuestra el poder de usar una combinación de herramientas. Este Hombre sencillo, como una paloma, mostró su enojo y su violencia física con fuerza incomparable e insólita en el templo, como una serpiente.
En sus momentos más típicos, el Señor Jesús demostró que era tan sabio como una serpiente tan sólo en la forma en que enseñaba. Sabía lo suficiente como para discernir las diferencias entre sus audiencias (una habilidad crucial para llegar a las personas), y usó la técnica de contar historias cotidianas para enseñar verdades espirituales (Mt. 13:10–13). Y evitó caer atrapado en las muchas trampas sinuosas que sus enemigos le ponían por delante (Mr. 8:11; 10:2; 12:13).
El Señor Jesús mostró que Él era tan sencillo como una paloma en toda circunstancia. Vivió una vida pura y santa (He. 4:15), actuó con compasión (Mt. 9:36) y desafió a cualquiera a encontrar faltas en Él (Jn. 8:46; 18:23). Tres veces, Pilato juzgó al Señor Jesús como un hombre inocente (Jn. 18:38; 19:4, 6).
El apóstol Pablo también imitó la técnica de ser “prudente como serpiente y sencillo como paloma”. Pablo vivió en inocencia como una paloma en buena conciencia ante Dios (Hch. 23:1) y aprendió a negar sus deseos carnales para no poner en peligro su ministerio (1 Co. 9:27). Pero Pablo también mostró una sabiduría de serpiente cuando la necesitó: conocía sus derechos legales y usó el sistema legal a su favor en momentos críticos (Hch. 16:37; 22:25; 25:11). También elaboró cuidadosamente sus discursos para maximizar el impacto de ellos en su audiencia (Hch 17:22-23; 23:6-8).
En Mateo 10:16, el Señor Jesús nos enseña cómo optimizar nuestras oportunidades de difundir el evangelio. La tarea de esparcir la semilla del reino de los cielos—así como la vida cristiana normal—requiere que logremos el equilibrio óptimo entre la la serpiente y la paloma. Debemos esforzarnos por ser amables sin ser incautos, y debemos sacrificarnos sin que se aprovechen de nosotros. Somos conscientes de las tácticas sin escrúpulos utilizadas por el enemigo, pero tomamos el camino correcto. Pedro nos amonesta: “Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras” (1 P. 2:12).
Con el fin de ayudarnos a alcanzar esta meta que supera por lejos nuestras capacidades naturales, estamos ocupados en la preparación de este COMENTARIO DE PROVERBIOS. La tarea es grande y ambiciosa: un comentario versículo por versículo de los 31 capítulos del libro. En total, son 915 los versículos; así que el número de los comentarios será el mismo. Invitamos a los discípulos del Señor que tengan la noble ambición de llegar a ser “prudentes como serpientes, y sencillos como palomas”, a visitar este comentario a menudo, para revisar su contenido, meditar en sus enseñanzas y orar.
Puesto que como creyentes en Cristo aspiramos a alcanzar inmortalidad (2 Ti 1:10), mientras tengamos aliento en nuestros cuerpos nunca debemos dejar de aprender. Seguro que aún tenemos mucho que cambiar, corregir, modificar, dejar, añadir, afirmar, restaurar, confirmar, revisar, disminuir, enfatizar, re-evaluar, compartir; porque todos somos obras en progreso, y la última palabra no ha sido dicha todavía. Ni la edad ni el género es una excusa para ignorar el presente COMENTARIO DE PROVERBIOS.
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PROVERBIOS
CAPÍTULO 1
1:1; 1:2; 1:3; 1:4; 1:5; 1:6; 1:7; 1:8; 1:9; 1:10; 1:11; 1:12; 1:13; 1:14; 1:15; 1:16; 1:17; 1:18; 1:19; 1:20; 1:21; 1:22; 1:23; 1:24; 1:25; 1:26; 1:27; 1:28; 1:29; 1:30; 1:31; 1:32; 1:33
CAPÍTULO 2
2:1; 2:2; 2:3; 2:4; 2:5; 2:6; 2:7; 2:8; 2:9; 2:10; 2:11; 2:12; 2:13; 2:14; 2:15; 2:16; 2:17; 2:18; 2:19; 2:20; 2:21; 2:22
CAPÍTULO 3
3:1; 3:2; 3:3; 3:4; 3:5; 3:6; 3:7; 3:8; 3:9; 3:10; 3:11; 3:12; 3:13; 3:14; 3:15; 3:16; 3:17; 3:18; 3:19; 3:20; 3:21; 3:22; 3:23; 3:24; 3:25; 3:26; 3:27; 3:28; 3:29; 3:30; 3:31; 3:32; 3:33; 3:34; 3:35
CAPÍTULO 5
5:1; 5:2; 5:3; 5:4; 5:5; 5:6; 5:7; 5:8; 5:9; 5:10; 5:11; 5:12; 5:13; 5:14; 5:15; 5:16; 5:17; 5:18; 5:19; 5:20; 5:21; 5:22; 5:23
CAPÍTULO 6
6:1; 6:2; 6:3; 6:4; 6:5; 6:6; 6:7; 6:8; 6:9; 6:10; 6:11; 6:12; 6:13; 6:14; 6:15; 6:16; 6:17; 6:18; 6:19; 6:20; 6:21; 6:22; 6:23; 6:24; 6:25; 6:26; 6:27; 6:28; 6:29; 6:30; 6:31; 6:32; 6:33; 6:34; 6:35
CAPÍTULO 7
7:1; 7:2; 7:3; 7:4; 7:5; 7:6; 7:7; 7:8; 7:9; 7:10; 7:11; 7:12; 7:13; 7:14; 7:15; 7:16; 7:17; 7:18; 7:19; 7:20; 7:21; 7:22; 7:23; 7:24; 7:25; 7:26; 7:27
CAPÍTULO 8
8:1; 8:2; 8:3; 8:4; 8:5; 8:6; 8:7; 8:8; 8:9; 8:10; 8:11; 8:12; 8:13; 8:14; 8:15; 8:16; 8:17; 8:18; 8:19; 8:20; 8:21; 8:22; 8:23; 8:24; 8:25; 8:26; 8:27; 8:28; 8:29; 8:30; 8:31; 8:32; 8:33; 8:34; 8:35; 8:36
CAPÍTULO 9
9:1; 9:2; 9:3; 9:4; 9:5; 9:6; 9:7; 9:8; 9:9; 9:10; 9:11; 9:12; 9:13; 9:14; 9:15; 9:16; 9:17; 9:18
CAPÍTULO 10
10:1; 10:2; 10:3; 10:4; 10:5; 10:6; 10:7; 10:8; 10:9; 10:10; 10:11; 10:12; 10:13; 10:14; 10:15; 10:16; 10:17; 10:18; 10:19; 10:20; 10:21; 10:22; 10:23; 10:24; 10:25; 10:26; 10:27; 10:28; 10:29; 10:30; 10:31; 10:32
CAPÍTULO 11
11:1; 11:2; 11:3; 11:4; 11:5; 11:6; 11:7; 11:8; 11:9; 11:10; 11:11; 11:12; 11:13; 11:14; 11:15; 11:16; 11:17; 11:18; 11:19; 11:20; 11:21; 11:22; 11:23; 11:24; 11:25; 11:26; 11:27; 11:28; 11:29; 11:30; 11:31
CAPÍTULO 12
12:1; 12:2; 12:3; 12:4; 12:5; 12:6; 12:7; 12:8; 12:9; 12:10; 12:11; 12:12; 12:13; 12:14; 12:15; 12:16; 12:17; 12:18; 12:19; 12:20; 12:21; 12:22; 12:23; 12:24; 12:25; 12:26; 12:27; 12:28
CAPÍTULO 13
13:1; 13:2; 13:3; 13:4; 13:5; 13:6; 13:7; 13:8; 13:9; 13:10; 13:11; 13:12; 13:13; 13:14; 13:15; 13:16; 13:17; 13:18; 13:19; 13:20; 13:21; 13:22; 13:23; 13:24; 13:25
CAPÍTULO 14
14:1; 14:2; 14:3; 14:4; 14:5; 14:6; 14:7; 14:8; 14:9; 14:10; 14:11; 14:12; 14:13; 14:14; 14:15; 14:16; 14:17; 14:18; 14:19; 14:20; 14:21; 14:22; 14:23; 14:24; 14:25; 14:26; 14:27; 14:28; 14:29; 14:30; 14:31; 14:32; 14:33; 14:34; 14:35
CAPÍTULO 15
15:1; 15:2; 15:3; 15:4; 15:5; 15:6; 15:7; 15:8; 15:9; 15:10; 15:11; 15:12; 15:13; 15:14; 15:15; 15:16; 15:17; 15:18; 15:19; 15:20; 15:21; 15:22; 15:23; 15:24; 15:25; 15:26; 15:27; 15:28; 15:29; 15:30; 15:31; 15:32; 15:33
CAPÍTULO 16
16:1; 16:2; 16:3; 16:4; 16:5; 16:6; 16:7; 16:8; 16:9; 16:10; 16:11; 16:12; 16:13; 16:14; 16:15; 16:16; 16:17; 16:18; 16:19; 16:20; 16:21; 16:22; 16:23; 16:24; 16:25; 16:26; 16:27; 16:28; 16:29; 16:30; 16:31; 16:32; 16:33
CAPÍTULO 17
17:1; 17:2; 17:3; 17:4; 17:5; 17:6; 17:7; 17:8; 17:9; 17:10; 17:11; 17:12; 17:13; 17:14; 17:15; 17:16; 17:17; 17:18; 17:19; 17:20; 17:21; 17:22; 17:23; 17:24; 17:25; 17:26; 17:27; 17:28
CAPÍTULO 18
18:1; 18:2; 18:3; 18:4; 18:5; 18:6; 18:7; 18:8; 18:9; 18:10; 18:11; 18:12; 18:13; 18:14; 18:15; 18:16; 18:17; 18:18; 18:19; 18:20; 18:21; 18:22; 18:23; 18:24
CAPÍTULO 19
19:1; 19:2; 19:3; 19:4; 19:5; 19:6; 19:7; 19:8; 19:9; 19:10; 19:11; 19:12; 19:13; 19:14; 19:15; 19:16; 19:17; 19:18; 19:19; 19:20; 19:21; 19:22; 19:23; 19:24; 19:25; 19:26; 19:27; 19:28; 19:29
CAPÍTULO 20
20:1; 20:2; 20:3; 20:4; 20:5; 20:6; 20:7; 20:8; 20:9; 20:10; 20:11; 20:12; 20:13; 20:14; 20:15; 20:16; 20:17; 20:18; 20:19; 20:20; 20:21; 20:22; 20:23; 20:24; 20:25; 20:26; 20:27; 20:28; 20:29; 20:30
CAPÍTULO 21
21:1; 21:2; 21:3; 21:4; 21:5; 21:6; 21:7; 21:8; 21:9; 21:10; 21:11; 21:12; 21:13; 21:14; 21:15; 21:16; 21:17; 21:18; 21:19; 21:20; 21:21; 21:22; 21:23; 21:24; 21:25; 21:26; 21:27; 21:28; 21:29; 21:30; 21:31
CAPÍTULO 22
22:1; 22:2; 22:3; 22:4; 22:5; 22:6; 22:7; 22:8; 22:9; 22:10; 22:11; 22:12; 22:13; 22:14; 22:15; 22:16; 22:17; 22:18; 22:19; 22:20; 22:21; 22:22; 22:23; 22:24; 22:25; 22:26; 22:27; 22:28; 22:29
CAPÍTULO 23
23:1; 23:2; 23:3; 23:4; 23:5; 23:6; 23:7; 23:8; 23:9; 23:10; 23:11; 23:12; 23:13; 23:14; 23:15; 23:16; 23:17; 23:18; 23:19; 23:20; 23:21; 23:22; 23:23; 23:24; 23:25; 23:26; 23:27; 23:28; 23:29; 23:30; 23:31; 23:32; 23:33; 23:34; 23:35
CAPÍTULO 24
24:1; 24:2; 24:3; 24:4; 24:5; 24:6; 24:7; 24:8; 24:9; 24:10; 24:11; 24:12; 24:13; 24:14; 24:15; 24:16; 24:17; 24:18; 24:19; 24:20; 24:21; 24:22; 24:23; 24:24; 24:25; 24:26; 24:27; 24:28; 24:29; 24:30; 24:31; 24:32; 24:33; 24:34
CAPÍTULO 25
25:1; 25:2; 25:3; 25:4; 25:5; 25:6; 25:7; 25:8; 25:9; 25:10; 25:11; 25:12; 25:13; 25:14; 25:15; 25:16; 25:17; 25:18; 25:19; 25:20; 25:21; 25:22; 25:23; 25:24; 25:25; 25:26; 25:27; 25:28
CAPÍTULO 26
26:1; 26:2; 26:3; 26:4; 26:5; 26:6; 26:7; 26:8; 26:9; 26:10; 26:11; 26:12; 26:13; 26:14; 26:15; 26:16; 26:17; 26:18; 26:19; 26:20; 26:21; 26:22; 26:23; 26:24; 26:25; 26:26; 26:27; 26:28
CAPÍTULO 27
27:1; 27:2; 27:3; 27:4; 27:5; 27:6; 27:7; 27:8; 27:9; 27:10; 27:11; 27:12; 27:13; 27:14; 27:15; 27:16; 27:17; 27:18; 27:19; 27:20; 27:21; 27:22; 27:23; 27:24; 27:25; 27:26; 27:27
CAPÍTULO 28
28:1; 28:2; 28:3; 28:4; 28:5; 28:6; 28:7; 28:8; 28:9; 28:10; 28:11; 28:12; 28:13; 28:14; 28:15; 28:16; 28:17; 28:18; 28:19; 28:20; 28:21; 28:22; 28:23; 28:24; 28:25; 28:26; 28:27; 28:28
CAPÍTULO 29
29:1; 29:2; 29:3; 29:4; 29:5; 29:6; 29:7; 29:8; 29:9; 29:10; 29:11; 29:12; 29:13; 29:14; 29:15; 29:16; 29:17; 29:18; 29:19; 29:20; 29:21; 29:22; 29:23; 29:24; 29:25; 29:26; 29:27
CAPÍTULO 30
30:1; 30:2; 30:3; 30:4; 30:5; 30:6; 30:7; 30:8; 30:9; 30:10; 30:11; 30:12; 30:13; 30:14; 30:15; 30:16; 30:17; 30:18; 30:19; 30:20; 30:21; 30:22; 30:23; 30:24; 30:25; 30:26; 30:27; 30:28; 30:29; 30:30; 30:31; 30:32; 30:33
CAPÍTULO 31
31:1; 31:2; 31:3; 31:4; 31:5; 31:6; 31:7; 31:8; 31:9; 31:10; 31:11; 31:12; 31:13; 31:14; 31:15; 31:16; 31:17; 31:18; 31:19; 31:20; 31:21; 31:22; 31:23; 31:24; 31:25; 31:26; 31:27; 31:28; 31:29; 31:30; 31:31
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PROBAD LOS ESPÍRITUS
- Y ESTAS SEÑALES SEGUIRÁN A LOS QUE CREEN
- EL MOVIMIENTO DE RESTAURACIÓN Y SUS VÍNCULOS
- LA NUEVA REFORMA APOSTÓLICA (NRA)
- LA SEPARACIÓN BÍBLICA
- LA NUEVA ERA
- WHAT CAN WE DO IN THE FACE OF GROWING ANARCHY?
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